Retratos públicos
En la mirada de Fermín Vilela la iconografía presidencial se vuelve delirio pop y guerra simbólica. Javier Milei se multiplica en óleos, gigantografías y memes enmarcados, entre Napoleón en Fontainebleau y Wolverine de tapa. Este micro-ensayo advierte: no se trata de decoración kitsch ni capricho freak, sino de una estrategia meditada que recicla el viejo culto al líder en clave de cómic libertario. Los símbolos pesan, incomodan, revientan; y en Olivos, hoy, ya están escribiendo una grotesca historia del presente. Leer más