El Pueblo Nuevo que dibuja

por Liv Schulman

En Geometría Pueblo Nuevo se habla de materialismo y se habla de imaginación o falta de la misma. ¡Pasa en Piedras! Una galería que no conoce la rutina espacial ya que su cubo blanco ha sido modificado por paredes de durlock que se alzan transformando y ritmando el lugar, dándole continuidad y ruptura a la circulación clásica de un cuerpo en el espacio de una galería. Rotan las paredes; se expande la autoría y se aglutina la imaginación. Copistas y dibujantes en masa van armando una muestra que desafía el sentido mismo de las condiciones de trabajo y ya que estoy me gustaría arriesgar una posible definición del feminismo:

Si el feminismo es la destrucción de todo lo que existe hasta ahora, el trabajo y sus condiciones son parte de ello. No queremos trabajar. Esto se entiende o tal vez esté totalmente tomado fuera de contexto (puede ser ¿por qué no?), en el sentido de una muestra que es puro deseo y por deseo me refiero a una divertida fuerza motriz que es dibujo o es palabra o son las dos a la vez. Porque dibujar es muchas veces hablar y hablar es constitutivo para una vida paranoide pero sin trabajo. En Geometría Pueblo Nuevo se puso en juego la pregunta de cómo destruir al trabajo trabajando.

Curada y dirigida por Marcelo Galindo la muestra está basada en un proceso de trabajo colectivo que consistió en que un grupo de gente dibujó durante varios meses y durante varias sesiones que a su vez duraron varias horas. A lo largo de esas sesiones de dibujo se fueron renovando los socios fundadores y al grupo que se juntó para dibujar se lo fue ritmando con una serie de diálogos que escribía Galindo en la computadora mientras ocurrían los dibujos y los diferentes procesos de copiado. Por copiado podemos decir también mellizaje, procesos de aglutinamiento del dibujo. Los dibujos existieron por un lado y se mezclaron a formas de escritura por el otro que funcionaron como una bajada de línea materialista que impuso ciertos giros de guión.

En Geometría Pueblo Nuevo se ven tres series de dibujos, los dibujos del Pájaro Loco, los dibujos de les vomitadores y los dibujos que a la vez son un guión para una película que todavía no tiene nombre y se perfila como esas figuras que son un jarrón y a la vez una cara, entiendo, me dirán que es una imagen decadente y es verdad. Decae, ¡pero en vivo!

 


Dice Galindo: “Invité a todos estos artistas: Ariel Cusnir, Mónica Heller, María Guerrieri, Cotelito, Clara Esborraz, Paula Castro, Constanza Giuliani, Mariana López… Sí, fue una idea que salió de mí, ¿me querés rebajar como curador? Sí, los invité, ¿que fue, en enero que empezamos con los socios fundadores? Tratábamos de seguir dos líneas curatoriales una era la del Pájaro Loco, un Pájaro Loco que a medida que avanza el dibujo y el guion se va infantilizando, y la otra era la del cuento de Lucia Berlin, al principio dibujamos sin ningún guion, era solo dibujar. Esto lleva un poco menos de un año las reuniones se hacían cada quince días a veces, todas las semanas, a veces cada un mes, todo esto con Cusnir de viaje en México, Cotelito en Alemania y Constanza todo el tiempo en Chile, que trabajaba online estábamos todos en la mesa y la poníamos a Coti en la computadora y así era que te olvidabas que Coti estaba dibujando y de repente escuchábamos el lápiz de Coti y creo que ella también se olvidaba de nosotrxs. Si tuviéramos una pantalla de tres metros creo que la recordaríamos pero a la vez necesitábamos buscar archivos en la compu donde estaba Coti, porque la mayoría de nosotros copiaba, buscábamos archivos, referencias. Sino la hubiéramos tenido más en cuenta.
Ahora se presentan tres series, aunque de esa primera reunión salieron siete series porque en la primera reunión se empezaron a repetir o a pegar algunos personajes con mínima idea de guión y de esas siete series la única que tuvo continuidad fue “Ladrones de Huevos” que es esta serie sobre el pájaro loco, si bien en un comienzo era un pájaro saliendo de un huevo que dibujo Cotelito, del cual Heller hizo un mellizo. Todos se copiaban les unes a les otres, bastante, pero sobre todo Mariana López que no tendrá imaginación pero si tiene grandes virtudes para asociar cosas, es muy buena. Hubo varias etapas, en la ultima el guión era cada vez más preciso, tenía más presencia y al final faltaba un cuadro donde tenía que pasar alguna cosa.
Un guión es un guión, en realidad, si lo leés todo entero. El principio está medio desperdigado, pero no deja de ser eso, un guión. Al dibujo número quince ya es toda una continuidad de diálogos que al estar materializando el texto con distintas tipografías se vuelve rarísimo. A diferencia de cualquier comic. Terminamos “Ladrones de Huevos” y se me ocurrió hacer algo un poco más realista y yo tenía una idea de agarrar un libro y hacer una película sin saber que hay en el libro y eso es lo que hicimos más o menos, leer tres párrafos y empezar a dibujar y después como en el caso anterior se armó un guion con algunos accidentes, empezaron a aparecer « los curadores». Me refiero al hecho de que en el dibujo se empezó a introducir una serie de curadores, Victoria Noorthoorn, Javier Villa, Santiago Villanueva y otrxs aparecen representadxs como pacientes tratando de sacar turnos para que les arreglen los dientes. La serie de las vomitadoras se armó en un día y lo que pasaba era que alguien dibujaba algo y yo incitaba a que esos se reproduzca, había varios dibujos de gente comiendo en distintas situaciones por separado en un dibujo comían y en otro vomitaban como en la película. En el medio Cusnir dibujó un nenito que es medio nenita que se le ve un poco el pito, y paso eso que están comiendo ven el pitito del nenito y vomitan. Como que son cosas muy chiquitas que justifican los giros en el guión.

A mí lo que más me interesa es la continuidad y la discontinuidad, cómo en el ensamble de todxs dibujando re distinto en el mismo diario de la muestra se genere una lógica interna.Entendimos que cuanto más se produce, menos importa nada y cada vez se dibuja mejor, se dibuja con menos limites cada vez se parece menos al dibujo al que estas habituado; se empezaron a dibujar cosas de una lógica extraña que se sostienen, pero no entendés por que se sostienen. Muchas veces la imagen es un patrón y se produce a partir de esa imagen y es interesante ver en este caso como el patrón revienta incluso dentro de las individualidades del grupo. Dentro del grupo mismo ni te cuento.

Creo que en el verano vamos a filmar una película sin guión, no tenemos nada, tenemos una dinámica de trabajo. Tenemos procesos conceptuales nomás. Eso es lo que hago yo en mi trabajo, hago un guión y trabajo un montón en el guión y mirando dibujos es muy raro transmitir pautas a la gente que dibuja, y esa gente no dibuja nunca lo que le pedís, como esa tensión entre el guion que no pasa y ahí se genera un desfasaje y esa pesadilla narrativa de la discontinuidad que me interesa a mí.
Todxs tienen imaginación, pero salvo López que es muy materialista, y yo también que soy materialista, y tal vez vos también sos muy materialista, porque sos muy paranoide. ¡Vos también sos paranoide! El lenguaje en sí es medio materialista, si soy materialista, para mí el problema está ahí, entre lo material del texto que es una línea y el dibujo que es otra línea, hay como una distorsión de una y otra parte de lo expresivo del dibujo y lo duro del guion. Hablo de materialidades desencontradas. La paranoia seria la expresión del materialismo.
Es que el lenguaje en sí es muy materialista porque es representativo de la forma más extraña que existe de representar que es la de cada unx. En el dibujo tal vez sea más difuso, lo que tiene la palabra es que es imprecisa cuando te dice que es precisa. El dibujo en cambio tiene fantasía y representación no abstracta….¡que vulgar!”

 

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