“Hola mi nombre es Julia y seré tu guía en la desidentificación”
por Matías Heer
dibujo por Lino Divas
En artículos anteriores cuestioné la equidad literatura-libro analizando diversas situaciones poético-performáticas de las que intenté extraer algunos procedimientos que no surgen solamente de la conexión papel-palabra sino de una relación más amplia con el espacio (escénico, sonoro, social). Ahora me gustaría hablar de una forma impresa de difusión que trabaja la conexión papel-palabra pero montada sobre un gesto performático que, parafraseando a Frank O’Hara, no dialoga de una hoja a otra sino de la hoja hacia afuera. Los fanzines de Julia Enriquez (Rosario, 1991) por empezar: son fanzines, si es que. El fanzine nos lleva a pensar en publicaciones de pocas hojas, abrochadas, caseras, incluso fotocopiadas, con varios tipos de contenido como imágenes, frases, notas, collages o un chiste. Pero lo interesante de Insomne Ediciones Repentistas no es el montaje imitativo del fanzine sino su síntesis: no hay diversos registros de impresión, ni fotos, ni tipografías de computadora, sino diversos trazos, tipografías emocionales que colisionan forma y contenido y hacen saltar las palabras de la página.
Si “a la poesía solo le interesa la poesía” Julia implota ese autoam❤r, radicaliza la apuesta y ya no importa qué es la poesía sino qué hace.
Las manos que “tocan alguna idea confiable” son las mismas que escriben, que tratan de palpar las ideas en el trazo, birome en mano, y después revolearlas con histrionismo caligráfico hacia el exterior. Julia logra habitar una zona liminal, paradójica para el pensamiento lineal, donde los binarismos mente-cuerpo, materia-energía, se diluyen en una performance de budismo pop:
Ubicarse y descentrarse, malabares de ideas, ideas en puntos, corazones, materializadas o cuestionadas o parodiadas en caligrafías, correrse de sí, de sí misma en el texto, pues el trazo es el mensaje, el trazo logra descentrar al yo (no objetivar) y de esa manera da lugar a varias estrategias comunicativas: caligrafías escenográficas al nombrar objetos
O dar forma al sonido
Trazos capaces de dar “tono” a tal punto que podríamos leerlos como personajes, cada caligrafía un estado de ánimo, una visión, una conciencia de sí misma:
En este ejemplo los dibujos dan otra vuelta de tuerca al afuera y al adentro (mental, escénico e incluso lingüístico) ¿descentrada respecto a la tecnología comunicativa, la tecnología comunicativa descentra la pregunta, es el contexto el que hace que la pregunta no tenga centro? ¿tendrá centro alguna pregunta? ¿son imágenes mentales que se vinieron al escuchar esa pregunta, dónde termina la psiquis de Julia y empieza la nuestra? Las citas y el modo en que se representan también aparecen montadas en bijou de espirales, frenesí de tinta, disposiciones espaciales o caritas ayudando al descentramiento:
El desafío de Julia Enriquez parece puesto en una liberación de las conexiones lineales del pensamiento convencional, trabajando la desautomatización a través de esta articulación espacial del papel, pero también temporal: algo del trazo nos pone en contacto con otro tipo de temporalidad, en lugar de los diseños trabajosos y técnicos de la poesía concreta más difundida o las pesadas compaginaciones de la imprenta, se presenta un material esquelético, el fanzine, sobre el que se inscriben situaciones de lenguaje que no pretenden conservarse en aquel escenario de papel más que como un estadío provisional. Fácilmente transportables en la memoria y comunicables en charlas random, son potencias indefinidas que habitan el papel como un camping:
El fanzine deshace al libro (“it peels away easy as paper”) como la performance deshace al escenario. Las frases, voces y citas interconectadas entre amistades y famous people, las formas tipográficas y el sentido que manifiestan escapan al objeto papel, convierten un fanzine o una plaqueta de poesía en un espacio donde suenan, se ven y retumban cosas de tinta, donde el trazo cumple una función casi sonora, oral, al tiempo que visual, es sísmico, mueve el rescoldo de la lectura horizontal y el tiempo ordenado.