Una heladera llamada Arte Argentino (3)

por Andrés Gorzycki

para leer la primera parte: flasherito.com.ar/una-heladera-llamada-arte-argentino/
para leer la segunda parte: http://flasherito.com.ar/heladera-2/

TERCERA PARTE

HONGUISMO 

Ahora que ya hablamos de speedismo y bisagrismo, vamos a adentrarnos en la oscuridad de la heladera y hablar del honguismo. La mayoría de los hongos no son aptos para el consumo humane. Algunos hongos llevan a estados alucinógenos que cambian la percepción de la realidad de quien los consume, cambio que necesita de un espacio propicio y cuidado para que quien los ingiere pueda procesar la experiencia de la mejor forma. Otros pocos hongos son muy ricos para comer, como el roquefort. La mayoría alimentan formas de vida no humanas o al menos a humanes distintes a les que conocemos hoy en día. Estas características de los hongos ayudan a acercarse a las obras que nombro como parte del honguismo ya que ellas apuestan por generar nuevas formas de vida y de existencia en el espacio cuidado de la heladera. 

La figura del Pity Alvarez, cantante de Viejas Locas e Intoxicados, es clave para el desarrollo de esta parte de la teoría. Además de su trabajo como músico, él es reconocido por su intoxicación con variadas sustancias y sus acciones controversiales, como cuando come sopa podrida de una olla  llena de hongos para una entrevista en televisión. Su argumento es que la comida podrida le da anticuerpos para futuras enfermedades. Este evento, entre otros, muestra cómo el famoso cantante, desde su inicio en la música, investiga empíricamente los límites y las virtudes de la intoxicación, a la que ve como herramienta y guía para transformar la consciencia. En muchas de sus canciones habla de evolución, como en la canción “Legalicenlá”, de Viejas Locas, donde dice “somos una nueva raza, una nueva generación, pongamos fín a esta tradición”. También dice que otras especies, en particular las hormigas (ícono de la banda Intoxicados), van a guiar al humano a transformarse para recuperar la posibilidad de vivir en comunidad y superar la violencia que ejercemos a otras especies y a nosotres mismes. Estas imágenes que el Pity compartió con nuestra imaginación nos van a acompañar en nuestro recorrido para conocer el honguismo.

La importancia de las hormigas en el imaginario de Pity da pie para hablar de la pintura “Hormiga bebiendo” dentro de la muestra Los Rojos de Ariel Cusnir en la Galería Pasto en 2019. Allí, Cusnir presentó pinturas al óleo donde se veían distintas facetas de relatos históricos de la Argentina de mediados del siglo XIX. En ellas, coloca en el mismo plano a hormigas, generales, soldados, banqueros, panfletos y ruedas de carruajes como agentes de esta historia. Esta muestra hace hincapié en los momentos clandestinos y oscuros de esos relatos: Rosas soñando, generales firmando tratados, momentos que tienen lugar a puertas cerradas en los espacios ocultos donde se forja la historia, y cómo desde esas decisiones tomadas en la oscuridad se mueven miles de cuerpos y se modifica el exterior. En las visitas guiadas a la muestra, estas pinturas funcionaban como soporte donde Cusnir relataba su versión de la historia en un momento clandestino de tradición oral. Es en ese espacio de la tradición narrativa histórica que “Hormiga bebiendo” se vuelve una pintura extraña, kinky y valiente que descoloca la mirada acostumbrada de la historia para ayudar a ampliar les agentes participantes en ella y deformar el pensamiento de estos relatos.

Otra muestra que amplía la historia de los hongos de la heladera es Objeto móvil recomendado a las familias curada por Santiago Villanueva en la antigua sede de Fundación OSDE en 2017. Esta muestra armaba un puente entre obras de artistas de principios del siglo XX con otros de principios del siglo XXI, a quienes Villanueva encuadra como surrealistas. Esta diferencia temporal hacía que cobre importancia el espacio entre estas obras. En ese espacio se sugería la existencia de un mensaje en común, una mitología compartida y en las obras exhibidas se podían leer pistas para acercarse a esta historia oculta. Eso que está entre estos dos tiempos, entre dos siglos distintos, mostraba algo que sigue vivo por más de cien años y que va tomando distintas formas. Al unir estos tiempos, amplía el espectro de lectura de las obras y fortalece esa cadena de una parte específica de la historia del arte argentino. En el texto de la muestra se refiere directamente a la influencia de la imaginación en la realidad. “Para los surrealistas lo imaginario es un principio activo, esa llama sostuvo el peronismo para entender cómo el arte puede influenciar, sin quererlo, a la política y cómo el plan estético de una época puede ser el germen transformador en el pensamiento de una clase dirigente”. 

Siguiendo este razonamiento, si en el plan estético de Cusnir se incluye a las hormigas como participantes de la Historia, ¿Eso puede transformar el pensamiento de la clase dirigente en cuanto a especies no-humanes?

Otro trabajo de hormiga está en la obra Economía de Cristal de Diana Aisenberg. En ella se convoca a amigues, alumnes y colaboradores a la recolección de diversos objetos con dos agujeros para unirlos en conjuntos más grandes. El cuerpo de esta obra toma forma lentamente en las reuniones donde se enhebran estos objetos unos con otros y se vuelve a juntar lo que está roto para armar un cuerpo nuevo y devolver el sentido a estos objetos. En textos sobre esta obra se lee: “Los hilos de enhebrados son los hilos de la conversación, tomando el té, tomando mate, con los amig@s”. Esta obra se cocina lentamente en el espacio cerrado de la confianza, la colaboración, la amistad o el afecto y el objeto tangible de la obra es el resultado de esta colaboración que propone otra forma de estar en el mundo. 

Otra obra que anima a pensar el mundo de formas indefinidas de antemano es la performance Ni plata ni miedo, que los días sean más que todo lo que tenemos presentada en la galería Ruby por Aybueybuey el colectivo conformado por Julián Gatto, Maricel Nowacki, Beto Romero y Nicolás Sarmiento. En esta performance, los protagonistas eran tanto los objetos como los cuerpos que se mezclaban entre proyecciones y audios, y generaban situaciones poco conocidas, incómodas y formas inesperadas de interactuar con los objetos. La oscuridad, el ruido y la sutileza del movimiento eran elementos formales importantes en esta obra, como el momento donde todos los sonidos se detenían y lo único que se escuchaba era el choque entre dos barritas de cobre https://www.instagram.com/p/Bgq9lJmh1Cg/. Como las formas de interacción eran distintas a las cotidianas, todas las situaciones se sentían nuevas y esto llevaba a un estado de percepción alterada que lograba ampliar el rango de atención hacia los movimientos y los sonidos presentes. Esto proponía una entrega del espectador hacia lo indeterminado, donde se desarmaba el sentido común en formas fantásticas, bizarras y abiertas. 

Si bien hoy, 2020, ya no se usa tanto la palabra “bizarro” fue esencial a principios de la década anterior y nos puede ayudar bastante a entender la obra de gran parte del honguismo. Bizarro es una palabra que en inglés y francés significa raro, sórdido o extravagante y en español significa valiente. Estas acepciones nos sirven para entender todo este lío, ya que en un contexto de precarización total, de distribución descarnada y desigual de las riquezas, de inseguridad existencial y económica constante, hay que ser valientes para animarse a lo raro y lanzarse al vacío de lo extraño. Esta precarización hace que la relación de fuerzas con lo establecido sea muy desigual a la hora de negociar espacios con la imaginación de les artistas y así, lo ya conocido puede instaurar sus intereses sin mucho problema. Por lo tanto en este contexto proponer una negociación con esto conocido es arriesgarse a perder la pulseada con lo establecido. 

Ya entrando a hablar de hongos, percepciones alteradas y alquimia urbana, voy a hablar de Perdió importancia e inclinación de Felipe Alvarez Parisi y Benjamín Álvarez con el hadamadrinazgo de Paula Castro donde se mostraban objetos de hierro en un espacio oscuro cubierto de plástico negro. Estas estructuras de hierro sostenían velas de colores con formas macumberas que iluminaban el espacio, calentaban pavas llenas de agua y llenaban el espacio de vapor. Esta muestra comparte el carácter de ritual privado y oculto de un rito pagano, antiguo y actualizado con Resaka, de Guido Orlando Contrafatti, curada por Galería Amistad (Francisca Amigo Heras, Almendra Cohen e Iván Morales). Resaka se hizo en una casa en construcción, con escombros, ladrillos, tachos con fuego y pinturas de demonios y fantasmas entre las que los visitantes bailaban. 

Ambas muestras las podemos imaginar como si fuesen aquellos hongos que tuvieron visiones místicas, llegaron a estados alterados de consciencia y las comparten en susurros con otros hongos en confidencia para mantener el secreto y sentir más fuerte el misterio. 

Y después de todo este secretismo, cada diciembre llegaba el momento final del año en la fiesta de los hongos que fue Perfuch, curada por Lolo & Lauti en UV Estudios, en sus 4 ediciones desde 2016. Fue el espacio de fiesta, contagio, arengue, draguismo, óperas, canciones, videos, seres mitológicos, recitales, y éxtasis todo condensado en cuatro días, en un ritual sacado del solsticio de verano donde todos los hongos y miles de microorganismos colaboraban para fundirse en un cuerpo más grande que se alimentaba de la transpiración del calor del verano porteño.

CONCLUSIÓN

Con el aire enrarecido, después de pensar tanto en hongos, me gustaría condensar el vaho de estas ideas. Cada espacio tiene un medio de reproducción predilecto. El speedismo: las redes sociales, la bisagra: los espacios públicos/la calle, mientras que el honguismo ocurre, sobre todo, en espacios privados, entre cuatro paredes de artistas para artistas o allegades. Por supuesto que todo esto es solo un intento de hacer un mapa de recuerdos de lo que vi en el mundo pre-Covid en esta maravillosa ciudad. De a poco esos recuerdos, como espíritus, empezaron a tomar cuerpo hasta que se materializaron en forma de heladera y aquí está el texto de ese recorrido. Una aclaración importante es que en todo este texto, cuando digo arte argentino, me refiero a situaciones que pasaron casi exclusivamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por lo que sería mejor decir arte porteño. Igualmente lo voy a nombrar como argentino con la esperanza de que cada vez se incluyan más agentes de distintas partes en las discusiones y prácticas sobre las condiciones del arte en nuestro país. 

Y así termina este recorrido. Espero que lo hayan disfrutado, y si alguien sabe de quién es el texto original que dice que el arte argentino es como una heladera cerrada, sería un placer poder leerlo e ir a dormir en paz. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

mega888