Retratos públicos

En la mirada de Fermín Vilela la iconografía presidencial se vuelve delirio pop y guerra simbólica. Javier Milei se multiplica en óleos, gigantografías y memes enmarcados, entre Napoleón en Fontainebleau y Wolverine de tapa. Este micro-ensayo advierte: no se trata de decoración kitsch ni capricho freak, sino de una estrategia meditada que recicla el viejo culto al líder en clave de cómic libertario. Los símbolos pesan, incomodan, revientan; y en Olivos, hoy, ya están escribiendo una grotesca historia del presente. Leer más

Disciplina de un aristócroto

Tendiendo un puente imaginario desde el barrio porteño de Versalles hasta las intrigas palaciegas de la capital del reino de Francia Fermín Vilela visita la muestra de Nahuel Vecino y encuentra cruces insospechados entre un Orfeo que se sienta a tomar un mate tibio con la Gorgona y un repartidor de Rappi, en una mitología que cruza los refinados manierismos de la monarquía con las tribus suburbanas del oeste de Buenos Aires. Leer más

Dibujaba manchas en la pared

Fermín Vilela enciende la máquina del tiempo y viaja hacia los tempranos dos mil, años en los que acompaña a su abuela, la hermosa y triste Clarita en la reciente perdida de su otro abuelo, Mario, el relojero inventor. En el viaje se funden las vidas de los ancestros con los ratos libres de un chico que descubre los placeres de la contemplación, va a nadar o empieza a detectar en las manchas algo más que formas abstractas sin sentido. Leer más