Poesía para el pueblo insumiso
por Sebastián Morfes
Los ejemplos y Bajo Flores son dos lanzamientos de la línea de producción del grupo Gabo Moreno Press que parecen haber sido editados para leerse enfrentados. El primero de una poeta ya conocida, leída y valorada; el segundo de un poeta que debuta y, repitiendo en automático letanías del breviario futbolero, gana.
Los ejemplos es un libro que en su forma parece trabajar con ese viejo género del santoral. Y discutir esta institución narrativa es meterse en una discusión bien compleja; ahí se han retirado todas las las vanguardias del siglo pasado preguntándose cómo vivir. Paula Peyseré es una poeta de prodigia imaginación. Quizá sus libros anteriores, Telepatía , Las afueras, Todo el tiempo de cero, y su blog los cajones, ya offline, son apuestas a un tipo de poesía donde se hace fuerte el repentismo, la profusión imaginativa, la brusquedad, el vértigo enunciativo, las prosopoeyas y las fábulas. En este libro salido por Caleta Olivia vemos por cada página una especie de estampita de un santo. Título a modo de nombre y breve desarrollo hasta el supuesto martirio. En principio el lector que aún recuerde los versos de Rilke (esos que inspiraron la juventud de un poeta como Joaquín Gianuzzi), mascullarán una decepción irreparable. Nada más lejos que los ángeles de Rainer. Este último libro de Paula es a mí parecer su mejor libro (cucarda que los poetas esquivan). Libro de intención meditada, articulación calcada de los artistas conceptuales, libro imaginado y aplicado en la cabeza del autor (esto parece ser el género liminar del modernismo). Un detalle: los martirios o el legado que cada santo va regando este huerto de humanidad, renovándola o acercándola a los artífices de la especie, son de una belleza y un valor que aprovecho para destacar.
En el caso del libro de Veneziale, autor que si no me equivoco debuta en Rangún con el título Bajo Flores , es una biografía escanciada a modo de placas que van enfatizando un calvario. De una poesía natural, ambientado en un paisaje urbano quizá que nos hace pensar en esa renovación de la vida en la ciudad que se ve en el ambiente de los poemas del primer libro de Cucurto Vega, Zelarayán, y, los dos monumentales poemas Juan Desiderio que contuvieron la transformación de la vida civil de las zonas trabajadoras de las ciudades, ejemplo Barrio trucho y La zanjita. Sin los aspamentos del libro de Vega ni el vértigo rítmico de los libros de nuestro Juan, pero sí con la condición socioeconómica como límite y la autoconciencia de la gravedad de la existencia, el relato de Veneziale vuelve a traer a la luz aquellas banderas.
El de Peyseré es un libro intenso que se propone investigar una forma cerrada de poema que termina brillando como el lustre que se consigue con el estropajo y la cera. El de Veneziale tiene el recorrido de quien sabe dónde marcha. El enfrentamiento con el final del recorrido es meditado, denunciado y atestiguado repitiendo, entre otros versos y recortes de lenguaje, una frase que aprendí en Twitter: nunca caminarás solo.
La escritura biográfica y política está en el puño de los poetas rioplatenses y aparece antes de cualquier preocupación por la página en blanco o por la angustia del archivo vacío. Con pocos meses en la calle estos dos libros bien distintos siguen ampliando, y no solo en número, la mesa de poesía contemporánea de las librerías.