Ambientes imaginarios
por Tobías Leiro
dibujo por Lino Divas
El coronavirus ya se volvió una realidad inevitable, hace más de 40 días que nos encontramos en aislamiento social preventivo obligatorio y no hay una fecha clara de su final. En un contexto donde la condición es la distancia, se anuló la existencia de todo evento que implique la acumulación de personas, entre ellos las fiestas. En esta situación es en la que Alejandra Ghersi, más conocida como Arca, lanza su nuevo single Nonbinary acompañado por un video musical que nos invita a pensar los posibles modos en los que se configurarán las fiestas así como la producción musical post – cuarentena.
Alejandra Ghersi es una cantante y productora trans nacida en Caracas (Venezuela) en 1989. A los 14 años comienza a producir y a experimentar con samples, alcanzando cierto renombre en la escena venezolana. En 2012 ya en Nueva York, lanza su primer EP bajo el nombre de Arca, Barón Libre, y desde ese momento ha lanzando 4 álbumes &&&&& (2012), Xen (2014), Mutant (2015) y Arca(2017); realizando gran cantidad de remixes (entre ellos una nueva versión de Hips dont lie de Shakira) y mixtapes; colaborando con artistas como Kanye West, FKA Twigs, Frank Ocean e incluso Björk, entre otrxs. Su próximo disco KiCk i saldrá este año, anticipado por el mixtape @@@@@ y el single Nonbinary, y la encuentra viviendo en Barcelona y encabezando line ups de festivales mundialmente reconocidos como el Sónar.
Nonbinary nos presenta a una artista en transición tanto en la esfera de lo personal como en la de lo artístico. Lo virtual se funde con lo real. Podemos ver en el videoclip a Arca, embarazada, en una sala de operaciones rodeada por cirujanos robóticos, claro, reminiscencias del video All is full of love de Björk donde la cantante islandesa es una robot siendo ensamblada; luego recreando El nacimiento de Venus de Botticelli en clave cibernética, claro, ella se crea y es festejada por brazos mecánicos que levantan bengalas; y finalmente entablando una discusión consigo misma mientras flamas digitales estallan detrás de ellas. Fantasías biónicas, una ninfa rodeada de luciérnagas mecánicas. La distancia entre lo digital y lo real se borra. Todos ambientes imaginados por la artista todos compuestos por elementos diversos.
El género musical es inclasificable. La letra, que atraviesa lo bajo del video, no es cantada sino declamada. Un manifiesto por parte de Arca que aboga por la multiplicidad que puede albergar un todo. La construcción de un ambiente tomando retazos, un collage digital, biológico y musical. Prótesis mecánicas como si fuesen patas de sátiro (recicla elementos del vídeo del tema Reviere de su álbum anterior). Ahora bien, ¿Qué pautas nos plantea esta nueva obra de la artista Arca?¿Cómo podemos pensar el contexto actual desde esta ?
Volvemos a repetir: ambiente. La música electrónica siempre se sustentó en una poética ambiental. Le DJ crea una atmósfera, con lo vago que suena esto, en la que participa tanto elle como lxs que bailan. Un ambiente que no existe más que en ese momento, un encuentro singular entre el espacio y tiempo, una copia de alguna idea de naturaleza sin original, un simulacro. Pero ahora hay un nuevo panorama; ¿Qué atmósfera se puede crear en una realidad donde no se permite la conjunción de cuerpos? ¿Qué ambiente se pretende copiar cuando no hay ninguno más que el de nuestro confinamiento? Arca nos trae una alternativa posible, la atmósfera es la ausencia de ella. Intercambio de información constante. Sobreestimulación. Postclub. Imaginar algo innombrable. En Nonbinary los espacios dejan en evidencia su construcción y su diversidad. Los elementos conviven en relaciones contradictorias que no buscan ser resueltas.
Un quiebre en el techno y el house, géneros modernos, que pretenden un ambiente homogéneo, un ambiente hipnótico marcado por el kick 4×4 en negras (salvando las distancias entre ambos géneros) y una nueva opción ante este quiebre; no imitar lo que se tenía sino que tomar los elementos del club y realizar un nueva configuración de los mismos, proceso que ya estaba en marcha pero hoy se acelera ante esta detención del cuerpo pero no del flujo de información. Surgen fiestas virtuales, prueba desoladora (bailar solo mientras ves bailar desconocidxs en una pantalla) de lo fundamental de la idea del ambiente. Nonbinary lleva a primer plano, tanto musical como visualmente, un posible resultado de esta situación de aislamiento, proponiendo un paisaje repleto de cambios producto del choque entre lo virtual y lo real; un cambio de ritmo que permita al cuerpo vibrar a la misma intensidad que el caos de estímulos que se ha hecho (más) presente en este contexto particular. Si la música es el arte más inmaterial es, por lo menos, interesante que se plantee su posibilidad de fluctuación.
El PostClub ya existe y habla tanto de un género músical como de un modo de mezclar a la hora de ser DJ. En este género se abre el espacio donde se fusionan elementos tales como: experimentales, ambient, gabber e incluso latinos/africanos/orientales. El estilo de mezcla utilizando loops y funciones de los cue de las CDJS nos plantea un entorno vertiginoso. La variación tanto de BPMS como de géneros borran los límites de lo que es esperable. Ya no se trata de verse inmerso en una continuidad sino que la ruptura se vuelve atmósfera. Se pone en juego las ambivalencias en la pista. Es en este marco donde podemos considerar la obra de Arca, ante este quiebre y detención de la normalidad moderna y capitalista la respuesta será imaginar nuevos ambientes que no nieguen tal detención sino que la asimilen y la vuelvan parte constitutiva de sí. Quizás este panorama sea el que nos permita una pista más habitable en las fiestas futuras.
Alejandra ríe en el verso final de la canción, It is to be Nonbinary ma chérie tee hee hee. Tal vez una declaración de su hacer artístico o una invitación a no tomarse en serio y habitar las contradicciones. Un alto a la solemnidad y un llamado a la posibilidad.