Reconstrucción de una muestra

Por Fiorella Sozzi

dibujo de Lino Divas

Atraídas por el amarillo de una carpeta de expediente, nos dirigimos al epicentro porteño, a la icónica esquina retratada por Horacio Coppola a principios del Siglo XX: la esquina de las cúpulas en Diagonal Norte y Florida. La cita es en un histórico edificio de oficinas laberínticas.

Una vez dentro, Tamara y Francisca, nos invitan a resolver un enigma, a armar un rompecabezas. Las obras se presentan como pistas y nos seducen. Es así como nos sentimos parte de un equipo de investigación, examinando todos sus elementos y sus posibles relaciones, con el fin de descifrar el robo de joyas del Banco de China.
En particular, una pieza antigua que perteneció a la cantante de ópera, la mezzosoprano Stephanie Blythe.


Las artistas nos sumergen en una estrategia de guante blanco llena de sutilezas, creando un ambiente de misterio que nos transporta a un film noir. Con un corpus heterogéneo, distinguimos en fragmentos el plan del robo y sus
componentes. Entonces, la exhibición se despliega en piezas de diversas materialidades y procedimientos: fotografías, objetos analógicos, archivos, prendas de traje. Además, interrumpe nuestro paso en la histórica oficina, un monitor sobre un escritorio: un corto audiovisual nos brinda más información sobre el robo. En el papel de la femme fatale bielorusa participa Pilar Villasegura, cubierta por un pañuelo. Ella escribe algo ilegible en una servilleta y se la entrega a otra persona… Las identidades se mantienen ocultas.

Estamos ante una exhibición in-situ, localizada en el mismo paisaje urbano donde fue filmada la pieza audiovisual, donde se llevó a cabo el fake. Un walkie talkie y un parlante estéreo completan la estética vintage que nos atrapa
en su nostalgia, alejándonos de las actuales estafas cibernéticas. Entramos en un juego sensorial y quizás, ya no importa cómo ocurrió el robo. Al fondo de la oficina, la joya en cuestión, protagonista del hurto, presente en una
esquina mirándonos, como si nosotrxs fuéramos lxs ladrones. Un ojo engarzado en plata con perlas-lágrimas, iluminado de forma puntual por la luz de un velador.

Como todo robo, hay muchas incógnitas por dilucidar. El archivo es un programa de la puesta en escena de la ópera «Carmen» en el Teatro Nacional de Buenos Aires en 1972-73, estableciendo un diálogo con la historia personal de Tamara, quien en su testimonio nos cuenta que sus abuelas fueron cantantes de ópera.

De manera inesperada, cuando las artistas apagan las luces de la oficina, fuegos artificiales irrumpen en el silencio de una sala ya vacía. El vernissage finalizó como casi todos los robos concretados con éxito, un brindis en un bar cueva, frente a Plaza San Martín.

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Entrevista “Reconstrucción de una muestra” 

Tamara Goldenberg & Francisca Somigliana sobre “615: Reconstrucción de un robo”

¿Podrían describir como fue el proceso de producción artístico para esta exhibición, qué posibilidades les brindó trabajar en dúo y como se fue dando la toma de decisiones?

A partir de octubre dispusimos de una oficina en el centro casi vacía y después de juntarnos algunas veces pensamos que había que hacer algo específico para ese espacio, ya que tiene un potencial visual y narrativo muy marcado (una ventana que da a la intersección de Diagonal norte y Florida). El proceso tuvo una mezcla bastante balanceada de azar y disposición.
Nuestro procedimiento al principio fue anárquico o al menos con un método no tan claro. Consistía en una inspección ocular* de las cuadras cercanas a la oficina y seguir intuiciones, objetos, libros con fotos del centro, historias de lugares, subir a edificios cercanos para ver de enfrente la oficina, hablar con negocios de la zona, entrar a galerías casi abandonadas. A partir de ahí es que fuimos armando la primera línea narrativa, que fue modificándose a lo largo del proceso, y fuimos pensando en conjunto todas las piezas de la muestra, en un proceso mutualista, de razonamientos no siempre directos, pero de entendimiento continuo. Las dos veníamos trabajando con imágenes-objeto, por lo que fusionamos universos de ambas, de obras e imaginarios.

¿Las obras de “Reconstrucción de un robo” fueron apareciendo de manera orgánica a lo largo del tiempo o las buscaron/generaron específicamente para esta ocasión?

Fue una mezcla de las dos: una manera orgánica a través del tiempo para generar una obra especifica.

¿Qué elementos consideraron al crear la pieza audiovisual?

La reconstrucción de un hecho es un procedimiento que consiste en una reproducción del hecho delictivo, de su locación y circunstancias, o de la constatación de ciertos acontecimientos para verificar la posibilidad y verosimilitud de las diferentes hipótesis investigadas. Ese fue el método que tomamos prestado de la ciencia forense para investigar la diferencia de lo verdadero y de lo falso, de lo real y de lo imaginario, de lo programado y de lo azaroso. Entonces, a través de la reconstrucción como método, nos proponemos investigar como este mecanismo permite repensar rituales sociales de producción y representación. Que los hechos sucedan en el mismo y reconocible lugar donde se muestran las obras es una forma de incluir a la historia y personajes en una cadena en relación con una realidad objetiva.

¿Están ideando y/o planificando otro proyecto?

Está la idea, sí. Tenemos en proceso algunas situaciones/ediciones más. La próxima será tal vez en relación al robo y posterior recorrido histórico de una obra de arte. Siempre ordenando/ideando cada una de estas muestras con colaboradores amigos/artistas/familias/cercanos/desconocidos.

¡Muchas gracias!

*La inspección ocular técnica es la investigación de la escena de un delito o del hecho en sí mismo, siendo esta vital para su esclarecimiento. Esta pericia aporta una gran cantidad de información que posteriormente es tomada como prueba o indicio.