Horizonte para compartir
por Viviana Blanco
dibujo por Lino Divas
Cuando en el aula se habla de profesionalismo se abre un debate interno y externo. En el plano interno la cosa tiene que ver con delimitar un terreno más íntimo y subjetivo: es el plano donde se juegan las fantasías, donde está el deseo de trascender con lo que se hace, de generar una atención especial. Y después está el plano externo, más objetivo y cotejable, que es la visualización del medio, del campo del arte activo, y es ahí donde aparece más formalmente la idea de reconocimiento: esto se concreta para elles teniendo un currículum donde se registren muestras en lugares relevantes, premios, salones, publicaciones, residencias y la inclusión en mayor o menor medida a un mercado.
Estoy en la cátedra Bissolino desde el inicio de la misma en la UNA (ex IUNA); no puedo asegurar que sea la única cátedra de donde salen alumnos que se integran al arte contemporáneo. Sí puedo decir que el equipo docente está conformado todo por artistas que están activos en el campo del arte, desde lugares muy distintos; esto genera mucha apertura y respeto a la práctica ajena.
La UNA ha ido mutando, por suerte o por desgracia por momentos. Está viciada con todo lo que podemos imaginar cuando pensamos en un organismo estatal. Y a veces es totalmente surrealista lo que sucede. Por eso puede ser desmoralizante, como el país en general. Sufrimos las mismas carencias: comunicación, solidaridad, y falta de amor por lo que se hace. Pero como todo tiene una doble cara, también es un espacio que cuando se dan las condiciones, y se reúne la gente adecuada, puede dar muchas satisfacciones. He conocido a muchos artistas que pasaron por la cátedra y de todos puedo decir que aprendí algo, es muy valioso cuando se logra la comunicación. Por ende nunca deja de sorprenderme, y creo que es un espacio que debemos mantener, defender y transmitir que es nuestro y que lo que sucede ahí depende de nosotros.
La docencia en arte es un privilegio. Si uno lo vive desde ahí todo lo que llega es ganancia (y no hablo precisamente de lo monetario). Es un espacio donde se comparten inquietudes, experiencias y se encuentran las respuestas más inesperadas, es un lugar desde el cual se puede acompañar y escuchar. Es un trabajo donde lo mejor es generar un planteo horizontal, de mutuo conocimiento, porque te mantiene todo el tiempo actualizándote. Poder ponerte en el lugar del otro es un ejercicio interesante y enriquecedor siempre en un estado dinámico de retroalimentación. Nosotros hacemos mucho hincapié en la experiencia de pares, en que armen grupos de pertenencia para afianzarse más. Creemos en la fuerza de lo colectivo en la etapa de formación, donde se puede aprender mucho de esa energía que los moviliza a hacer cosas desde un lugar menos especulativo y más experimental.
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