Querido diario:

Querido diario;

Hace mucho no escribo acá. Quiero decirte que nos cuesta volver, demandados por el vapor de la Volturno que nos despabila, el montón de cuentas que se acumulan sobre el escritorio pero el irresistible fisgoneo en la agenda nos hace cosquillas.

Queremos volver a agitar el bolígrafo a toda velocidad y levantar con urgencia la mano para preguntar eso que incomoda a todxs pero también queremos ir más allá de las opiniones. ¡Ojo! Ahora tenemos un smartphone con crédito ¡Llamamos con obstinación para chequear nuestros datos! ¡Basta de opiniones! ¡Queremos datos duros! Queremos contrastar el espíritu laxo que tiende a infinitas pinceladas con esta tendencia sensual de los capitales gaseosos que estarían por venir y depositarse sin que se lo pidamos en nuestras sedientas cajas de ahorro.

En el subte: empujar a los demás para hacer más lugar para la lectura y sin querer oler el sudor del que viaja a tu lado. ¿¿Quéééé?? Siempre un mundo lleno de gente, de paradojas y nuevos sabores. Por ello decimos, nos les ciudadanes enojades y entusiastes volvemos a insuflar nuestro delirio en holgadas páginas de papel y movedizos portales de internet. ¡Sí! Decidimos empujar nuestros compromisos a un precipicio y volver a accionar sobre la escena. Que para variar balconea sobre una Argentina que entró en un nuevo periodo de desmantelación de su aparato estatal. Está claro lo que nos gusta: nos gusta escribir, nos gusta ser partícipes del experimento (sea arte o cosa rara sin nombre y calentita), compartir nuestras ideas con nuestros pares está muy bien.

La escritura, el espacio de la crítica, pero también la fantasía y la ocurrencia. El capricho, el buen humor y el disparate. Ser artistas no es solo producir objetos sino comprometerse con una comunidad aunque la comunidad no te pague las expensas, ser artista es estar en un semáforo arrojándote pelotitas de una mano a otra y de pronto todos los autos arrancaron y están por atropellarte. ¡Oh! ¡No tengo obra social! Entonces, fundamos una nueva redacción que aglutine los deseos y las ganas de todxs, que tenga abundante cerveza y librepensadoras que no se cansen de tanto trajín. Un día acomodando los anaqueles tiramos abajo un durlock viejo y apareció un pasadizo insondable, ¡un acueducto escondido que nos llevará sin dudas a la victoria! No esta tan mal, tampoco está tan bien…