El ritmo que te traigo, es bueno para mi, te enseñaré a bailarlo

Dibujo por Lino Divas

“La mano que baila el pulso del corazón” es el nombre de la muestra de Dana Ferrari en galería Grasa . Una propuesta inmersiva, en la que las paredes replican las tramas de las obras, maximizadas e impresas sobre telas sintéticas, que recubren prolijamente toda la sala; incluyendo el techo, convirtiéndolo en una suerte de total lámpara, que habilita una luz completamente cálida, amarilla. Esas paredes, en un juego mimético de empapelado sostienen a las obras originales: hojas de una libreta de bolsillo, pegadas de a dos, de a cuatro a seis, sobre un bastidor enmarcado. En un gesto formal, de cómo el diario de viaje, el papel, la acuarela, se convierte en obra pictórica.

Dana Ferrari esquiva las piedras de un sinuoso río cordobés, tiene la tez rosada por el sol, pecas y el pelo rojizo corto y enrulado. Sobre todas las cosas descansa esa luz radiante, cálida y amarilla que destella sobre el agua dulce.

Un círculo de acuarelas portátiles para viaje determina con sus pastillas la paleta de cada hoja. Amarillo claro, anaranjados, rojizos, corales, celeste cielo, verde lima limón y azul pitufo. Cada página de la libreta tamaño pasaporte, está previamente diagramada con lápiz y regla, configurando el espacio plástico en una cuadrícula, planilla, partitura o matriz donde reposará lo que vendrá.

Qué otros sonidos atraviesan los días de calor, además del cauce de ese río. Cómo son sus silencios y conversaciones, cómo es su traje de baño, la toalla, sus accesorios de verano. Qué música escucha, qué bebida comparte, de qué color es su reposera, a qué le saca fotos, qué observa de los demás y de paisaje, en qué se detiene, piensa o recuerda. Cuántas veces entra y sale del agua, cómo son sus gestos corporales al secarse, en qué momentos de la tarde se pone a pintar, en qué posición está su cuerpo, cómo es el movimiento de su mano con el pincel, qué otras cosas pasan mientras pinta, en ese estado de entrega, meditación o mantra.

Líneas onduladas como olas, círculos, girasoles, alegrías del hogar, margaritas, equis o cruces, apuntes, pensamientos, el buscaminas y el nombre “Diana” en un trazo amarillo grueso, acuoso y fantasmal entre formas y palabras.

_ Dana ¿Qué es pintar?
Pintar es una coreografía que la mano aprendió a bailar

¿Y por qué la grilla, la delimitación desde la línea?
Las grillas son líneas de tiempo. Es un tiempo de inmersión, un tiempo de encuentro con mi propio ritmo. Con estas pinturas descubrí que las reglas permiten variaciones sutiles.

Son las vacaciones de 1998, el sol brilla fuertísimo. Nuestras ropas tienen los mismos colores, los de la temporada. Tengo un jumper de jean y abajo una remera con flores en azul, verde lima y naranja. La malla de dos piezas mantiene los mismos tonos pero es a cuadros. Tenemos collares, pulseras de mostacillas y las uñas pintadas una de cada color. Nos dirigimos hacia una pileta bien celeste, en el camino suena por primera vez una canción que dice así: vos que siempre estás feliz, no te preocupaste, no hubo más problemas y las manos levantaste.