Llevo un destino errante
por Flor Cugat
dibujo por Constanza Giuliani
¿Qué hay en el cuerpo de una poeta? Se tituló la muestra de la artista mendocina Constanza Giuliani, que estuvo expuesta el año pasado en el Centro Cultural Recoleta, en el marco de las nuevas propuestas expositivas comandadas por Carla Barbero y Javier Villa. Esta exposición funcionó como un bis de la muestra que realizó la artista en Kunstmuseum (Suiza) en el marco del Fumetto Comic Festival Luzern, con la curaduría de Eveline Suter.
Ambas muestras exhibieron obras del 2019 al 2024, en las cuales el personaje principal es la mariposa, un personaje mutable, que atraviesa varias metamorfosis.
Cuando se observa toda la producción, se percibe cómo la técnica va perfeccionando el límite entre el dibujo y la pintura. El aerógrafo, proporciona la posibilidad de trabajar con línea negra, más nítida o más esfumada, a gran escala. Las maxi-ventanas en blanco y negro o coloridas, en anaranjados, turquesas, amarillo, marron y verde, se suceden como en distintas escenas de un cómic en la que la narrativa da cuenta de esa tensión entre el mundo personal e íntimo y el afuera. En esta historia no hay linealidad, sino sucesos fundantes y momentos decisivos.
1 Una mariposa mirando al cielo, se tapa la boca y como quien descubre algo, dice “no entiendo si estoy enamorada de ella o de mí misma” mientras en un cuaderno se lee “maestra” junto al dibujo de un corazón y una flecha.
2 Una mariposa pérdida, piensa en inglés: “I’m lost! Where, where is the university?”
3 Una mariposa participa de una lectura de poesía y lee “yo no sé como soy, por eso la gente me explica, me dice, vos sos así asá. Yo digo ah! yo soy así. Pero después me olvido, no se si que es una personalidad, yo quiero una maripersonalidad. Yo voy de flor en flor y así, asá”
4 En un café suceden distintas escenas, se escucha el zumbido de la mosca que atiende en la barra del fondo y la conversación de dos mariposas en la mesa de atrás, una en inglés dice: “I love the poem you read last week here”. Y mientras la otra le responde, ¡Thanks!, le aconseja, “Deberías ir a la universidad, si va cualquiera”. La mariposa que está en primer plano piensa: “I could be a poet, I never imagine myself in the collage”.
5 Una chica lee su cuaderno, mientras una mariposa con anteojos y una lata de cerveza en la mano escucha. En un texto que abarca casi todo el fondo celeste cielo, lee: Tengo una amiga que se llama prudencia y tengo una amiga que se llama impunidad. Tengo una amiga que se autonombra pasión y tengo una amiga que la llamo soledad. Mi amiga dignidad, mi amiga poesía, mi amiga emoción: Señora fantasía y distancia y cortesía son amigas de agonía, crueldad, epifanía, narcisa, quisquillosa, anomalía, desbordada, tirana y humildad.
En las obras hay diferentes tiempos, como en las entradas de un diario íntimo, pequeños poemas, escenas de diálogos y conversaciones, en los cuales sus personajes principales; una mariposa, una rata y una chica, entre otras especies de insectos, transcurren sobre diferentes sentimientos, sensaciones y miradas sobre lo que implica ser poeta/artista; ese deseo y transformación, como quien transita el camino sinuoso del héroe, y lleva consigo las implicancias de ese recorrido, de esa metamorfosis que supone situarse desde ahí, mirando el mundo con otra sensibilidad. Un camino que por cierto resulta ser super personal y subjetivo, tanto así como la obra que se produce o crea y en la cual confluye todo un sistema de referencias autobiográficas. En un campo en el que hay intuiciones, certezas y conocimientos, pero no verdades objetivantes, ni líneas rectas, ni caminos directos que lleven a la profesionalización o al éxito.
La formación artística académica y pública, los talleres privados con maestras y maestros, la creatividad, la relación de las imágenes con la escritura, los sentimientos y la conformación del universo poético propio, las preocupaciones personales y las dudas sobre la creatividad o la inspiración. En cada obra se vislumbra el terreno de lo existencial, el vínculo con la comunidad artística, la conversación entre amigos y colegas; y lo que sucede con esa pertenencia de acuerdo a los diferentes contextos políticos y sociales por los que la Argentina y los países cercanos atraviesan en la contemporaneidad.
¿Qué hay en el cuerpo de un poeta? ¿Qué pasa con el cuerpo de un poeta?. En la obra No me mates (2019), una chica abrazada a sus amigos grita “noooooo noooo” junto a la rata que con cara de terror ruega que no la maten. En alusión directa a las revueltas que se dieron en Chile durante el gobierno de Sebastián Piñera. Algo en el gesto, recuerda a la novela gráfica Maus de Art Spiegelman.
A la vez, las referencias son clásicas de las experiencias culturales de los 90s, el uso del aerógrafo, los grafitis, las tarjetas festivas, los papeles de cartas, los dibujos animados (cocomiel), las carpetas y las cartucheras de tres pisos, los suburbios de nueva york, las calles sin salida, las arenas movedizas, la poesía de los 2000 en Buenos Aires, Belleza y Felicidad. Los festivales de poesía, como el de Lobos cuya edición 2024 Constanza Giuliani brindó su obra para ser la imagen del festival.
El oso de Moris y el Anti-Oso de Antolín.
Y es que lo maravilloso de toda la producción visual es que existe esa tensión entre el mundo íntimo y el mundo exterior, entre lo fantástico, lo fabuloso y lo real. Como si el pensamiento de la artista fuese la antena de los televisores antiguos y ese movimiento en el que se intentaba sincronizar algún canal. Y es que el imaginario también forma parte de una generación que se educó con las TV de tubo, en esa época y bajo ese tipo de pantallas.
En otras obras hay momentos felices, fiestas, jolgorios, rancheos colectivos, excesos y bohemia. El paisaje se divide entre un ecosistema donde hay río, tierra fértil, pasto y piedras; y la vida urbana. En la sala, en una pared amarilla, hay pegadas a lo alto, como sobrevolando las pinturas, mariposas de papel en tamaño A4 con consignas políticas del colectivo LGBTIQ+, entre sus alas puede leerse ¿Dónde está Tehuel?. A estas piezas las acompañaban unas esculturas blandas, medianas y de gran formato, que se habilitaron como displays, para que los espectadores habitaran el espacio y se lo apropiaran, así fue cuando se activó la muestra con un recital de poesía.
Mariposas de madera yo te voy a regalar,
a ver si te guardas algo. y no lo largas a volar.
Mariposas de alas de agua, no te quieras escapar.
Si te busco no te encuentro, cuando te encuentro no estás.
Oye amigo, toma la red. Vamos al río, ven a pescar.
Oye amiga, dame la mano, que ya es hora de caminar.
- Mariposas de Madera (1985) de Miguel Abuelo. Disco Buen día, día.