¡Barrilete (cósmico)!

por Pablo Rosales

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Nos encontramos con Lucas Martí para hablar de su muestra Podés tener tu máscara en la galería Papel Moneda y de cómo concibe el aspecto visual de su carrera musical. Lucas es un nostálgico que odia los covers, porque la suya es una nostalgia de los tiempos en que rock era riesgo. “El arte es riesgo”, define y se indigna: “¡Somos uno de los países con las mejores bandas de covers!”. Si Lucas recurre frecuentemente a la ironía es, acaso, porque la ironía permite disimular los amores anacrónicos, como lo demuestra nuestro influyente amigo en común Nahuel Vecino, en sus dibujos y pinturas (esto lo digo yo). Así, con nostalgia e ironía, Lucas reconoce a los muñequitos G.I. Joe, pero también (y sobre todo) las ilustraciones de su packaging como la principal inspiración de las pinturas que integran su muestra actual. “Cuando era chico dibujaba. Con Nahuel y mi hermano siempre nos juntábamos a dibujar, pero estaba claro que el que sabía ahí de verdad era Nahuel. Después, cuando empezamos a tocar juntos en A-tirador Láser, Nahuel hacía las tapas de los discos. Yo no me animaba a dibujar, pero sí aportaba las ideas”.

De a poco, se fue animando y los primeros bordados que hizo fueron la tapa y contratapa de uno de sus primeros discos solista: Primer y último acto de noción . En 2007, Lucas realizó una exposición de bordados y presentó el libro Marzo (que hoy, reeditado, también puede encontrarse en la muestra). El libro compilaba bordados y dibujos, muchos de ellos realizados para el videoclip Programa Perfecto del disco Tu entregador, que incluía escenas de animación de recortes, y producciones fotográficas de los primeros tres discos. En adelante, Lucas se dedicó más exclusivamente a la música pero sin dejar de participar en el arte de tapa de sus discos y videoclips, solo o en colaboración con Fotoloco (Ezequiel Muñoz) y Theo Lafleur cuando se tratara de fotografías o video, entre otros.

Varias artistas (Nota del editor: el proyecto creado por Lucas en el que participan varias músicas mujeres) también me permitió experimentar mucho con lo visual, quedé conforme con todas las tapas y me parece que quedaron muy logradas las tres. Creo que tienen una continuidad entre sí, que dicen algo y, a la vez, son misteriosas. Todas las tapas que hice últimamente me gustan. Las que más me gustan son las más bizarras como la que hicimos con mi viejo para Altagama con Juliano; creo que quedó buenísima. Es una tapa más libre, donde participó también Cyn Rosenfeld; ella marcó mucho la imagen.”

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Lucas me contó que el origen de las pinturas sobre cajas de cartón se dio accidentalmente durante una mudanza en la que comenzó a decorar las cajas con figuras de rostros o personajes. Una vez decidido a mostrarlas, siguió pintando nuevas cajas recolectadas a tal fin. Por eso, en la exposición, podemos diferenciar dos grupos de trabajos: el muro de piezas apiladas en la pared del fondo de la sala, que refieren al orden provisorio y traumático de una mudanza y otros conjuntos de cajas agrupadas que fueron concebidas como grupos, explorando las diversas relaciones espaciales y temporales atribuibles a las viñetas.

La tapa del libro Marzo reproduce un examen de inglés de Lucas: Marzo escrito en rojo por la autoridad que lo examinó y reprobó. “… así era yo”, dice Lucas. En el margen de la hoja rayada asoman unos personajes dibujados. Desde ese lugar, de esa actividad marginal y el aburrimiento escolar, parece proceder la galería de personajes que forman hoy una pequeña multitud repartida en cajas de cartón. Le comento que yo también comencé a dibujar así, en los márgenes de las hojas de carpeta, y nos preguntamos si los chicos de hoy harán lo mismo.

También comentamos los flyers que hizo Lucas para promocionar sus recitales, como la serie Cago de risa, realizados en collage digital, donde el consumo irónico de una cultura televisiva dice presente. En cierto modo, son antiflyers, una parodia de cómo las redes sociales han convertido a los usuarios en publicidades vivientes y a la vida artística en estilos de vida.

Rob Conlazo y Los Residents, (de quienes Lucas se considera fanático) son sus artistas referentes. Si bien la relación de la música de Lucas con la de los Residents para muchos es evidente, su influencia se ve en la forma holística en que Lucas concibe lo visual y la musical en sus discos.

Le comento a Lucas que me llama la atención cómo él se fue involucrando cada vez más, primero, con las tapas, luego, con los videos, como si quisiera tener el control total de su trabajo, aunque al mismo tiempo tanto la música como la imagen implican la participación de otros.

“Me voy metiendo, porque, bueno, básicamente mi carrera fue una carrera en soledad. Todo lo que yo hice, lo hice porque creo que, mucho más allá del talento que yo pueda llegar a tener para hacer música o arte, creo que tengo una tenacidad importante. En cada lanzamiento que hice, nunca hubo una expectativa de ¿a ver, qué va a hacer Lucas? ¿Cuándo saca el disco Lucas? O una compañía detrás diciéndome: tenemos estos plazos, o vamos a apoyar a Lucas. Bueno, en eso me parezco a los Residents. En que digamos… las cosas, ¿viste?¡Vamos a hacerlas! Creo que en eso tuve una actitud mucho más punk que los más punks, en el sentido de ir para adelante, chocar contra un montón de situaciones y contra muchas opiniones. También .porque, por cabeza dura — creo que soy un cabeza dura importante— y eso es una de las pocas cosas que me enorgullece, de otras cosas no sé. Soy una persona… en lo musical, en lo visual, segura.

-Independiente también —, agrego yo.

“Más que independiente, autogestionado. Cada cosa que fui haciendo y que me dio algún fruto fue una reinversión para hacer un disco, para hacer un CD que no se lo vendía a nadie… pero yo siento, creo, que de todas esas ideas también salieron cosas que me permitieron vivir: un show contratado o, “¡Vení! Hagamos una música para esto”. Todos los laburos derivan de todo lo que yo genero con mi música. Mi música no ha sido tan generadora de recursos económicos, pero sí activó un montón de cosas. Pero, bueno, no sé, ¡así soy yo! Mientras pueda lo seguiré haciendo. Lo mismo con la muestra. Esto cae…. Cae cuando cae; abarroté mi casa de cajas y dije: Voy a hacer una muestra.”

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También le pregunté por las remeras que editó con dibujos basados en las portadas de sus discos. “Quise reversionar las tapas como si fuesen afiches de cine antiguos. Me gusta el cine de terror y las remeras de rock, obvio.”

Hablamos de la crisis que vive el rock hoy, que con mucho humor Lucas expresó hace un tiempo en una frenética serie de historias” de Instagram bajo el leit motiv de “¡Basta!”,  cuyo contenido no voy a rememorar acá porque no tendría la gracia del medio que suscribe la advertencia “Este mensaje se autodestruirá”.

“Eso fue lo más exitoso que hice en toda mi carrera, por eso lo abandoné. Todavía la gente cada tanto me escribe: Che, ¡volvé!”  —se ríe, y me cuenta en qué contexto surgieron: “Estaba con un dolor de muelas que me moría, a los días me la sacaron. Tenía que descargar por algún lado y descargué por ahí”.

Sin dejar de destacar proyectos actuales que lo entusiasman mucho como las bandas Rayos Láser, Viva Elástico, y el último disco de Andrés Ruiz que me recomienda fervorosamente, Lucas comenta su relación con el estado musical actual “Me pasan dos cosas: por un lado, hay cosas que ya no las entiendo, y por otro lado, hay cosas que no me gustan. Si te digo ‘No hay nada nuevo’ soy un viejo choto. Sé que hay muchas cosas que no entiendo, pero a la vez, hay muchas que entiendo y no me gustan”.

Mientras que recientemente Lucas anunció un concierto para el 13 de abril en el que presentará su último disco, Nada es lo que parece, editado en cassette el primer día del año que transcurrimos, nos comenta sobre un nuevo proyecto en el que está trabajando y que promete ser otro camino que se bifurca de su prolífica carrera solista: “Es lo más rockero que hice nunca”.

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Podés tener tu máscara es una frase tomada de una canción de Metrópoli, la banda de Ulises Butrón e Isabel de Sebastián en los años ochenta y es un homenaje al guitarrista fallecido recientemente. “Soy muy nostálgico de los mundos perdidos, pienso en Metrópoli y en esa época, los 80, la ciencia ficció,: Blade Runner, un mundo que ya no importa más. Y ahora está pasando lo mismo con el rock, y los discos, y los artistas, es algo que está dejando de interesar. Como Roma, cualquier cosa puede desaparecer. Yo resisto y creo que uno está definido, por eso muchas cosas no las entendés, y muchas cosas las entendés y no te gustan. Yo ya sé lo que me gusta y no me gusta, yo resisto.”

 * La muestra Podés tener tu máscara de Lucas Martí se puede visitar los días miércoles y sábados de 19 a 22 horas hasta el 30 de marzo en Papel Moneda (Dr. Luis Belaustegui 388).

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