Día de la visibilidad lésbica: Una cronología no lineal

Por Pili Otero

Dibujo por Muriel Bellini

7 de marzo de 2010 en Córdoba: Pepa Gaitán es asesinada por el padrastro de su novia de un escopetazo. Pepa: lesbiana, chonga, visible. Hincha de Belgrano, iba con sus hermanos a la cancha. Tenía una moto en la que paseaba chicas. Estaba involucrada en actividades infantiles de su barrio. El asesino había amenazado. Que era un asco, decía, tortilleras de mierda también. No pudo soportar el romance de su hijastra. La defensa del acusado intentó plantear un escenario de discusión, alegando que en ese contexto sucedía el fusilamiento. La justicia no compró, lo condenaron a 14 años por asesinato. El crimen aún, en los papeles, no tiene ninguna valoración como “de odio”. La mató por ser lesbiana aunque en ningún lado lo diga. Se establece (establecemos en realidad, la militancia lesbianx) la fecha del crimen lesboodiante como “Dia de la Visibilidad Lésbica” en Argentina. Lo de “feliz día”, por mi parte, se los debo.

Algún momento de 1981 en España: Marilina Ross escribe la canción “Puerto Pollensa” desde el exilio. Expulsada del país por peronista, doblemente silenciada por su identidad. El tema es luego del ‘83 popularizado en el país por Sandra Mihanovic como intérprete:

Y amándonos en una carretera

Nos sorprendió la luz del nuevo día

Como a dos jóvenes adolescentes

Tu mano húmeda sobre la mía

Y nuestros cuerpos festejaron juntos

Ese deseado y esperado encuentro

Y un sol muy rojo te guiñaba un ojo

Mientras se disfrazaba de aguacero

Y sin dormir nos fuimos a la playa

Y nos amamos descaradamente

Alucinando al gordito de gafas

Que fue corriendo a cambiarse los lentes

1990 en la TV: Sandra Mihanovic y Celeste Carballo son invitadas al living de Susana Gimenez para presentar su álbum “Mujer contra mujer”. Una declaración tan explícita de amor lesbiano que la sociedad no la quiso ver. En la entrevista Susana todo el tiempo habla de “su hermosa amistad”. Cantan el tema que le da título al disco, a Celeste le falla el micrófono y empieza a usar el de Sandra, la mira a la boca y se le abalanza. Sandra con cara de pánico total, empieza a retroceder, la mira como diciendo por favor no me hagas esto. Celeste no la besa pero todo el tiempo parece que va a hacerlo. El maestruli en el piano electrocutado de tanta tensión. Pasaron 30 años, nunca escuché a Susana Giménez decir la palabra lesbiana. 

1983 en adelante en el Jardín Botánico y antros: Patricia Pietrafesa y un grupo de apátridas culturales (punkies, darks, góticos e integrantes de diversos movimientos de la comunidad LGBT) comienzan a organizarse en reclamo de  la descriminalización de sus identidades a través de marchas, protestas y fanzines. La dictadura terminó pero no para todxs al mismo tiempo. Personas trans, lesbianas, trabajadores sexuales, frikis y rarxs, eran detenidxs y hostigadxs por las fuerzas policiales bajo la carátula de “conducta inmoral” y por “irrumpir el orden público”. Esa irrupción era besarse en público, era pararse en una esquina, eran dos chicas caminando de la mano, era vestirse de manera no normada.

7m de 2017 en CABA: un grupo de lesbianas son detenidas y luego criminalizadas por la policía Larretista mientras realizaban stencils de temática lesbiana y transfeminista. Tuvieron una causa abierta por más de un año hasta la absolución. Las cazaron pegandoles en la calle. Nunca más volví a escuchar que detuvieran a alguien por un graffiti, nunca escuché que detuvieran a alguien por estar graffiteando, por ejemplo, una esvástica. La situación se repite la noche del 8M del mismo año con detenciones de compañeras lesbianas, bisexuales y activistas. 

2016 Partido de San Martin: un grupo de hombres ataca a Higui y pretende violarla para sacarle lo lesbiana. La figura se llama “violación correctiva” y parte del razonamiento patriarcal de que a las lesbianas nos falta algo, y eso algo es una “buena pija” como les gusta decir, de un macho violador. Higui se defiende. Uno de sus agresores muere. Este 15 de marzo comienza su juicio. Exigimos su absolución ¿vos no te defenderías si un grupo de tipos viene a violarte? Yo si. No la agredieron al azar, la agredieron por lesbiana, por visible, por chonga. 

2019 Av. Rivadavia y Larrea: Estoy cruzando la calle de la mano con una chica con la que salgo, en el barrio porteño de Once. Un tipo se nos para muy cerca y nos dice “¿sabían que para hacer tortilla hace falta un par de huevos?” y se toca sus partes. Se aleja haciéndonos muecas con la lengua. Nos da miedo. También asco. Nadie se involucró.

2 de octubre de 2017: un policía hostiga a Marian Gomez por estar chapando con su novia en la estación Constitución. Ellx no se queda en el molde y le contesta. Lx terminan deteniendo por fumar en el andén, cosa que todo el mundo hace. Nunca escuché que llevaran preso a alguien por fumar un cigarrillo en Consti, menos que judicialicen el caso. La llevan a juicio por lesbiana, por besar, por no callar. Fue finalmente absuelta en 2021 porque una comunidad no lx dejó solx. Sino otra sería la historia.

2007 en Campana Provincia de Buenos Aires: estoy sentada con 16 años en una plaza del barrio de los gitanos con, digamosle, A. quien fuera mi primer beso con otra mujer. Para esa altura ya teníamos un romance, yo siempre prefería que nos viéramos en su casa donde nadie podía juzgar. Ella toda rebelde y punk, con el pelo teñido de blanco. Yo pelo largo siempre atado, pollera y corbata de colegio católico. En la plaza me dice, “ahora nos vamos a besar, acá”. Yo le digo que ni loca. Pero a los minutos me atrevo con el corazón saliendo por la boca. Había un grupo de niñxs jugando cerca. Aparece la madre de esos ñiñxs y nos mira horrorizada, les grita a sus hijxs que entren a la casa ya mismo. De repente toda la plaza nos mira en desaprobación y todos los padres retiran a sus hijos de la plaza para que no nos vean besarnos. Volví a mi casa pensando “¿por qué elegí este camino tan difícil? Nunca voy a poder vivir en paz” y enterré por unos años mi sexualidad luego que A. me dejara por parecerle yo una cheta bastante cagona. Ese día me bañé y me froté mucho, como si quisiese lavarme algo. 

5 de marzo de 2022 Sala de conciertos del CCK: una horda de lesbianas se prepara para escuchar un cancionero pensado para nosotrxs por nosotrxs. Músicxs lesbianxs en escena, reflexiones de escritorxs lesbianxs entre tema y tema, tensiones, emociones, talento. Me encuentro con una amiga quien me da una entrada porque se agotaron en 6 minutos, se sabe que la manija es parte de nuestro colectivo. Le digo “Gabi, no puedo creer que esto esté pasando, nuestro pueblo atravesó el desierto, vamos camino a una tierra mejor”. Ella se ríe y me abraza. Me voy conmovida, temblando, pensando en mi misma de adolescente. Luego del recital leo críticas en internet, que son a su vez comentarios que vengo escuchando y leyendo: que el lesbianismo se volvió burgués, que estamos de moda, que nos estetizan, que nos utilizan políticamente. Me parecen naifs y obtusas esas afirmaciones, perdonenme. Somos un pueblo que merece al fin disfrutar. El evento se stremeó y pudo verse en vivo desde cualquier rincón del país, no solo fue histórico para quienes pudimos estar, me enternece pensar en lesbianas en todo el país mirando en sus casas un suceso hasta ahora inédito. Aclaro que no tengo ningún compromiso con la institución, solo soy una mera espectadora. Es el tipo de cosas que cuando está nos parece obvio y un día vuelve la derecha y no somos nada, nos borran de un plumazo de la cultura pública. Si me lo permiten, compañerxs: abandonemos el underground mental. Seguimos siendo contracultura porque seguimos incomodando. Por ocupar espacios no nos vendemos a nadie, es nuestro momento de estar. Si llegó la hora de ser maisntream subamanos ahí arriba porque si desde ahí gritamos, se va a escuchar más fuerte. ¿Queda mucho? Si ¿Encontrarnos y conmovernos en un marco oficial es dejarnos utilizar? No lo creo. Capaz son los privilegios, capaz soy optimista, es lo que encontré para seguir luchando.


7 de marzo de 2022: Seguimos buscando a Tehuel de la Torre, pibe trans desaparecido hace un año en el conurbano bonaerense. Seguimos exigiendo absolución para Higui. Si me publican este texto porque ahora lo lesbiano garpa, entonces no quiero dejar de decirlo.

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