Tropezón es caída
dibujo por Bart Network
Cierren los ojos e imagínense por un segundo: una reina judeo argentina jugando al fútbol con los límites de lo hecho por personalidades drag. Ahora ábranlos, Mabel existe y está acá para que su nombre se escuche de Buenos Aires a Jerusalén.
Sebastián “Mabel” Kogan es una performer, DJ, artista visual y ahora también musical, que acaba de bendecir al mundo entero con su primer single “Me Caigo”, una balada electrónica que no da descanso y cuando lo da, es solo para que nos demos cuenta de que caímos al piso.
La canción fue ideada para una performance en el ciclo de conversaciones y actuaciones “FUTURA” del Palais de Glace en el mes de Julio. Fede Baeza conversó con 5 performers y en Mabel cayó la gran responsabilidad de cerrar el ciclo. Para las que no pudieron asistir a la performance: no decepcionó. Ella nos indujo en un viaje de proyecciones, desnudos, cambios de look en vivo, lecturas, planos secuencia y una épica caída final por las escaleras del edificio de Belgrano en el que vive. Todo esto en menos de 15 minutos. Las curiosas pueden verla en el IGTV del Instagram del Palais de Glace.
Mabel se piensa mucho y todo el tiempo. En el verano pre pandémico, ella reflexionaba constantemente sobre las aristas que atraviesan su persona artística. Así fue que, teniendo con claridad sobre la mesa conceptos como el cuerpo en sociedad, el papelón y la ridiculez, nació el concepto de “Me Caigo”. Caerse de la bicicleta de niña, caerse por las escaleras, caerse en el colectivo, caerse en el medio de una performance: caer es el momento en el que dejamos de elegir, el momento en el que una escena se vale de nuestro cuerpo de una manera en la que ni el pensamiento más fuerte podrá deglutir la vergüenza. Caer es la acción no contemplada y a su vez gobernada por una de las chicas más temidas: la torpeza.
La canción, que cuenta con la producción del cantautor y productor emergente Matt Montero, en un principio no fue hecha con un destino claro. Ni Mabel, ni Matt sabían si harían la gestión necesaria para ublicarla en plataformas de streaming. Pero el éxito de la performance y la insistencia de admiradores del trabajo de Mabel fue tal, que no quedó otra opción que regalarle otra joya al mundo para que la pueda disfrutar.
Ella, de todos modos, es una chica que no pierde el tiempo. Desde su actuación en Julio que gestiona la salida de su single colaborando con más artistas emergentes como Pablo Gómez Samela y Lucas Compañy para el arte de tapa, mientras simultáneamente sigue produciendo performances para ciclos, fiestas y hasta sus propias redes sociales. Pero sepan algo, si “Me Caigo” no da descanso es porque la carrera de Mabel tampoco: hace varios meses que, además, incursionó en mezclar música y fue invitada a múltiples fiestas a hostear con sus DJ sets, que arman un loco de referencias que van desde Miranda! hasta artistas de PC Music. Pero con los DJ sets escuchados (disponibles en su cuenta de Soundcloud) el loco de referencias se vuelve súper claro: ella no pertenece a un espacio ni a un tiempo. Mabel en la letra de “Me Caigo” configura una mitología que nace y muere en 2 minutos y 38 segundos. Todo lo que sale de su boca deja de ser fábula para volverse realidad y para volver a ser fábula después.
Les recomiendo entonces que tomen su libreta y escriban “Mabel”. Quizás no sea hoy, quizás no sea mañana, pero sepan que habrá una noche en la que saldrán a bailar y en alguna pista, alguna plaza, alguna casa o alguna vereda empinada se encontrarán con una figura de metro ochenta.
Un metro ochenta de peluca, labial y cejas arqueadas. Y justo cuando piensen que están alucinando, la verán caer, rodar, golpearse y ensuciar todo su atuendo con las monstruosidades que habitan el suelo. Y ahí sabrán que algunas alucinaciones son humanas.
