Se largó BAphoto: expropiemos las ferias de arte
por Cecilia Estalles
dibujo por Lino Divas
Empieza BAPHOTO y así lo presentan los medios:
“La apuesta es, confesaron, conquistar el mercado estadounidense y europeo a partir de esta nueva modalidad que obligó a imponer el aislamiento” Ok. Vamos por partes.
Un país se viene abajo después de 4 años de un gobierno neoliberal y una pandemia, todo está como el orrrrto, y unos empresarios y aliadines nos dicen en la cara que la oportunidad que les da lo virtual la aprovecharán para conquistar el mercado extranjero. Surrealista.
En fin, no voy a contar novedades, sólo me voy a dedicar a dar mi punto de vista y hablar sobre lo que todxs sabemos y muchxs prefieren callar, como dice mi compañera del Archivo Trans, María Belen Correa, “Yo lo sé, vos lo sabés, de eso no se habla”.
Ya hace varios años que lxs trabajadores de la cultura estamos en una situación muy delicada, y obviamente esto se agravó con la pandemia. Desde hace unas semanas, diversos actores culturales piden que se declare el estado de emergencia cultural en CABA y que se apliquen políticas públicas para poder lidiar con esta crisis que según dicen lxs que saben, es una de las peores de la historia. El primer auto-censo nacional de Trabajadores de las Artes Visuales creado por Artistas Visuales Autoconvocadxs (AVAA) permitirá “diagnosticar y evaluar los indicadores y posibilitará crear nuevos debates, investigaciones y, fundamentalmente, acciones inmediatas que comprometan a toda la comunidad artística”.
Estamos en un momento crítico y aún así existen realidades completamente diferentes. Aunque hay que esperar los datos duros, mi ojímetro me dice que somos un 90% lxs artistas precarizadxs o que no viven directamente de su profesión y tienen otro empleo alternativo.
No es novedad; estamos en crisis. Estamos cuestionándolo todo. Un poco me encanta porque nunca estoy cómoda, nací así, qué sé yo.
El mercado del arte, que ya sabemos todo lo que es, cómo es , cómo se maneja y quién lo maneja, está en cualquiera. Lo sabemos, pero necesitamos repetirlo y que quede claro. El mercado del arte lo manejan empresarios y en dólares, repitamos esto siempre. Al mercado del arte les chupamos un huevo. El objetivo es vender y conquistar mercados externos. Para esto usan algunas estrategias arcaicas efectivas que carecen de empatía sobre la realidad social y cultural de un país literalmente en llamas.
Estos espacios amplían la brecha de la desigualdad y construyen la idea de exitismo individual. Generan falsas ilusiones a lxs artistas, no construyen con ellxs, ni apoyan las producciones. Son aves de rapiña, cuando lxs artistas pueden hacer un camino de cierto reconocimiento dentro del ámbito, ellos toman este éxito y lo mercantilizan.
Entonces es bueno saberlo; estos espacios no nos dan nada, nos siguen exprimiendo, nos eligen cuando les somos rentables, cuando consideran que podemos ser parte de un negocio.
Algunes dicen: “yo no espero nada de estos lugares, hay que armar otros”.
Ok, en eso estamos de acuerdo, los espacios “alternativos o disidentes” que construimos lxs artistas o gestorxs culturales son absolutamente necesarios pero también es un trabajo muy cuesta arriba y a veces imposible poder sostenerlos económicamente.
Vengo desde hace 15 años armando esos “otros espacios” totalmente precarizada… y la plata no está acá amigues, la manejan ellxs. Y esto no se limita solo a lo económico, también es una disputa cultural, social, racial, identitaria y miles de etc.
Mi deseo es recuperar la fábrica. Si la empresa se maneja bajo la explotación de sus trabajadorxs (nosotrxs), si somos el capital y la mano de obra barata, la empresa puede expropiarse y pasar a ser autogestiva.
No se olviden nunca que la llegada de Macri al poder vino con la promesa de “abrirnos al mundo” (parecido a la premisa BAphoto 2020 de conquistar Europa y EEUU) y acá estamos, millones más de pobres, miles de compañerxs muertxs y los dólares fugados por sus amigxs.
No pueden nunca ganar unxs sin que pierdan lxs otrxs. Nosotrxs en el arte, somos “los otros”. Y acá estamos sosteniendo un negocio de unos pocos bajo el sacrificio de la mayoría. No se justifica más. FIN.
Hoy vi un posteo de la página de Instagram @fotografiayconfusion donde subieron una charla “Live Talk” (así le llaman, todo en inglés) muy interesante entre el director artístico de BAphoto y la curadora del MALBA. En una parte, el director artístico de BAphoto afirma que en la Argentina no hay una tradición académica para la formación artística. Que la UNA (Universidad Nacional de las Artes) está “atrasada” en su currícula, y que la Di Tella no tiene título oficial y que eso se traduce a que nosotrxs estamos formados por clínicas de arte, en las cuales vamos y hacemos catarsis y lloramos todxs juntxs y que eso genera un “problema” en la fotografía y en nuestra formación. Dice: “¿cómo formamos a los artistas si no hay formación académica?”. Incluso la curadora del Malba lo frena y le responde que en el “primer mundo” quieren desinscribirse de la academia y aún así él está diciendo que quiere más competencia académica. Hasta ahí me dieron los tímpanos, después escuché un silbido piiiiiiiiiiiii. Respiré profundo, hice una meditación guiada de YouTube y empecé a escribir.
Esta pronunciación sobre el “problema de lxs artistas” y de la fotografía en particular no sale de un par. Sale de una persona que antes fue un par y ahora adquirió “poder”, y se siente con derecho a hacer una lectura desde su mirada privilegiada sobre cómo son las cosas y qué nos falta a lxs artistas. En este contexto, al pedir por más educación de calidad para una mejor competencia profesional, sólo se reafirma a sí mismo como sujeto formado, dejando en claro que lxs demás artistas tenemos una carencia. Esta discusión tiene una larga historicidad de opresión hacia ciertas identidades y no sólo en el arte.
Entonces, ¿es realmente una discusión actual lo que el director de Baphoto manifiesta? NO.
¿Y qué es ese algo que hace ruido de fondo? Pedir por más competencia profesional y más formación académica, hoy en día sólo amplía más la brecha de la desigualdad y sostiene una cultura capacitista.
Sin ir más lejos, el Presidente aprobó por decreto la Ley de Cupo Laboral Trans, en la que hace mención justamente a esto.
“Que la dificultad que tienen las citadas personas para concluir sus estudios primarios, secundarios y universitarios debe ser reparada por el Estado mediante medidas de acción positiva que no solo incentiven sino que también las acompañen en el proceso de terminalidad educativa”.
Es decir que el Estado reconoce que la problemática hoy en día no es tanto la educación si no el acceso a ella, y reconoce que están en deuda con las identidades trans y travestis por dejarlas fuera de competencia. Entonces, ¿de qué nos hablan? Porque ni el Presidente se atrevió a tanto. Nos hablan de la insistencia en la permanencia de un modelo expulsivo y cis heteronormativo extendido y sostenido hacia el infinito.
Nos hablan de competir entre nosotres para seguir sosteniendo la idea de “éxito personal”.
Nos hablan pero no nos están mirando.
Hoy es urgente hablar de la desigualdad de oportunidades en el arte.
Hoy es urgente construir junto a las identidades que el sistema del arte se encargó de dejar afuera.
Hoy es urgente dejar de sostener estos enunciados sin una mirada feminista interseccional que lo cuestione todo.
Hoy es urgente reparar tanto daño.
Por suerte también, hay amigas como Sol Miraglia, que quiero que venda mucho y le deseo lo mejor, porque es una de las nuestras. El Archivo de Luisita no sale a la luz por estar ahí, ese archivo prende las pocas luces que le quedan a BAphoto.
PD: No se pierdan esta edición, las obras rondan entre 3mil y 10 mil DÓLARES
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