Una heladera llamada Arte Argentino (2)
por Andrés Gorzycki
La primer parte de este artículo puede leerse en http://flasherito.com.ar/una-heladera-llamada-arte-argentino/
SEGUNDA PARTE
b.
GOMA
Ahora que ya recorrimos la parte de fuera de la heladera, con sus imanes que sostienen panfletos de deliverys y dibujitos, voy a hablar brevemente de otra parte importante de este querido artefacto: la goma que recubre la puerta. Esta goma posibilita las condiciones de hermetismo y oscuridad necesarios para la vida de los hongos de dentro, los separa del afuera y los mantiene encerrados en ese escenario ideal, sin interactuar con el resto de la casa -la casa definida como realidad, percepciones compartidas, ámbito público más amplio, sentidos comunes, imaginación popular, colectivos políticos.
La existencia de esta goma quizá sea la razón por la que un transeúnte cualquiera no entre a una muestra a aprovechar el alcohol gratis que proveen estos espacios. Ésta podría estar compuesta por las instituciones vinculadas al arte -desde la más pequeña a la más opulenta- y los espacios de formación que posibilitan la generación de una escena. Hay espacios donde la goma está más entera con esquemas de selección de entrada pero hay algunos resquicios de la heladera donde la goma está más rota. Esta parte rota son esas instituciones y espacios que permiten una vía más libre entre aquello que quiere entrar y lo que quiere salir.
Cada uno de estos espacios genera las condiciones de existencia de distintas escenas y propicia la participación de sus integrantes en otros espacios colectivos, tanto de experimentación como de visibilidad. Esto tiene el riesgo de dejar encerrades a les artistas que participan de ellos en el círculo endogámico de esas escenas autogeneradas, sin dejar entrar la realidad, o solo dejando que entre la «realidad» mediada por sus tesis, consignas o las lecturas de moda.
BISAGRISMO
El movimiento que se genera entre speedismo y honguismo es posible gracias a las bisagras que permiten que la heladera se abra, los hongos salgan a la casa y accionen directamente sobre la realidad. Por ello, este movimiento se llama Bisagrismo.
Un ejemplo de artista de ese movimiento es Agustín Ceretti. Él trabaja sobre lo masivo, la viralización y lo pop, pero se corre del narcisismo de las versiones anteriores de speedismo, colaborando activamente para transformar el imaginario de comunidades más amplias.
Su hit La hora de los Magos es un remix pop de una canción de 1968 del artista Jorge de la Vega, con una letra que habla de la compleja realidad política argentina. Luego con el diseño de la tapa del libro Sinceramente, de Cristina Fernández de Kirchner, Ceretti se infiltra en el imaginario político nac&pop. Esta tapa fue la imagen política más reproducida durante el 2019 y no es un dato menor que haya sido diseñada por un artista. Esta portada remite a la tapa de un disco de 1961 de César Costa y a la tipografía de Rivadavia, una marca muy importante dentro de la producción de útiles escolares. Lo escolar también se ve en las esculturas de metal de Ceretti en forma de caja de regalos, banderas y casitas con techo a dos aguas como las que todes dibujamos en primer grado. Si tomamos a la escuela como formadora de sentidos comunes, la obra de Ceretti deforma y enrarece este sentido al infiltrarse en las imágenes de esta comunidad que una gran mayoría puede reconocer sin mucho esfuerzo.
Otra manifestación de estos hongos que salen y se mezclan con la calle es la Comparsa Drag que surgió del taller Devenir Drag comandado por Silvio Lang y Endi Ruiz en CIA Centro de Investigaciones Artísticas, en octubre 2018. La comparsa tomaba la calle dragueada como monstrues, para interactuar con la ciudad y sus habitantes. En un texto producido por elles dicen: “No nos une el terror, sino la potencia del hartazgo”. Es este hartazgo de no poder soportar el régimen instaurado un rasgo característico de estos hongos que salen expulsades de la heladera, cargades de una desesperación por pasar a otro estado de las cosas, por modificar la realidad circundante y trabajar en pos de que emerjan monstruos, formas de vidas diversas, una nueva “cosa”, un nuevo estado, un nuevo Estado.
En esta dirección, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, generó un marco de discusion importante por la modificación del Estado, especialmente durante el período que nos compete. En el marco de esta Campaña, los hongos en movimiento se hicieron presentes con el Guiso verde de Misoprostol hecho por Caterine Ful lov, el dúo de Lucia Reissig y Nina Kovensky, durante la vigilia de la votación por la legalización del aborto en 2018. Ese día, hicieron una olla de guiso que llevaron caliente en una procesión desde la cocina hasta el Hotel Bauen, donde repartieron 200 platos de comida caliente a quienes participaban de la vigilia de la votación. El guiso estaba hecho con todo lo verde de la verdulería, arvejas partidas, perejil -muy usado en los abortos clandestinos- y castañas de cajú que se parecían a fetos. En estas decisiones estéticas la imaginación de estas artistas se ponía a disposición de la lucha llevada a cabo por diversos colectivos feministas, lo que posibilitó un intercambio, mezcla y enriquecimiento de las imágenes presentes dentro de estos espacios públicos.
También entra en este movimiento la obra Reunión de Dani Zelko. Los libros de Reunión se hacen, editan e imprimen a una velocidad industrial después de entablar diálogo con participantes específicos de colectivos que disputan espacios de legitimidad con las voces más reproducidas por los medios de comunicación tradicionales. Esta velocidad está puesta a disposición de agregar voces al debate político y reproducir en primera persona discursos de subjetividades ajenas al sentido común de la clase progresista porteña. Al mismo tiempo, la temporalidad como espectador de esta obra es lenta ya que demanda como mínimo el tiempo de la lectura. Es así que en esta obra se intercambian los medios de producción entre un artista y colectivos de diversos espacios, con el fin de transmitir palabras urgentes y accionar directamente sobre la realidad de estas comunidades.
Después de hablar de estas obras que comienzan a calentar el caldero de lo político quiero seguir el recorrido dentro del arte argentino y entrar al otro sector de esta heladera: el honguismo.
La tercera parte continúa en la próxima actualización….