Dirigencia Profana III
Dibujo por Lola Gonzalez
2.6 UN PASEO
Como habitualmente hago con los profesores de la facultad, googleé a nuestra moderadora que es lo más cercano a una profesora que tenemos y vi que es periodista deportiva. Estuvo algún tiempo trabajando en un programa que salía por un canal de noticias de cable los domingos al mediodía. Cuando iba a visitar a mi abuela a Lanús, siempre estaba puesto ese canal y por lo tanto veía el programa. Yo sabía que la conocía de algún lugar, pero no recordaba de dónde. Me acuerdo que en el programa ella era la responsable de cubrir las noticias relacionadas a Boca. El programa igualmente era un caos que manejaba una incorrección propia de otra época y no duró tanto al aire. Así y todo, era uno de mis programas favoritos de fútbol.
En su Instagram vi algunas fotos de ella en la tele, pero no era lo que más le interesaba mostrar. Sus publicaciones, por lo que pude observar, giraban en torno a Boca Juniors, Harry Potter, la playa, las hamburguesas y la cerveza artesanal. Tiene también un programa de radio sobre Boca en una radio partidaria. La empecé a seguir y vi que su última publicación era la de un barbijo oficial que solo podemos conseguir los socios. Otro beneficio que nos da Boca: salud. Gracias a eso, mandé un mail y me respondieron que podía retirarlo por San Telmo entre las 15hs y las 18hs con mi carnet de socio.
Aproveché y pasé a buscarlo a mi papá que también es socio y no le veía hace un montón. La calle estaba vacía, ni autos pasaban. Los únicos que caminábamos por San Telmo esa tarde éramos los socios de Boca que íbamos a buscar los barbijos.Fuimos charlando con mi papá hasta el punto de encuentro que era en Carlos Calvo y Balcarce. En esa esquina, había tres personas con una caja de cartón.
Cuando llegamos hasta ellos me di cuenta que no tenía mi carnet. Me lo había dejado en mi casa. Les dije que no lo tenía pero que era socio hace 25 años. Les dije que estaba en la categoría de Socio Activo, algo que había aprendido adelantando lecturas del módulo dos, en el apartado del Título III: De los Socios. Me dijo que me creía pero no podía dármelo porque ellos tenían que anotar en una planilla el número de socio. “¿No te lo sabés?” me preguntaba. Me dio mucha vergüenza no saberlo. ¿Cómo no voy a saber mi número de socio y además pretendo ser parte de la Comisión Directiva? Pensé en mentirle, pero ni siquiera sabía cuántos números tienen los carnets. Estaba a punto de entrar en un ataque de sinceridad y confesar que dejé de ir hace mucho a la cancha, cuando Riquelme se retiró. Le insistí diciendo que era socio y que además estaba haciendo el curso de dirigente deportivo. “Está muy bueno” le decía.
Cuando la conversación no daba para más, me dijo que me daba su teléfono y que por favor no me olvide de mandarle el número de socio a la noche. Buscó en la caja de cartón y me dio mi barbijo oficial de Boca Juniors. Me quedaba un poco grande. El barbijo tenía un diseño bastante feo. Era blanco y tenía un escudo de Boca de un lado, y en el otro una estrella amarilla con bordes azules con el número 69 dentro. Me cambié mi barbijo y me puse el barbijo de Boca. Hacía tanto que no tenía algo de Boca que era como una camiseta nueva. Aunque parecía más un calzoncillo, sentía que tenía una tanga de “Las Boquitas” en la cara.
Volvimos con mi papá caminando por Bolívar para estirar un poco más la vuelta a casa y cuando llegamos hasta la puerta nos saludamos con el codo y yo seguí camino hasta Constitución.
2.7 DOS DÍAS PARA EL PARCIAL
Faltan dos días para el primer parcial del glorioso curso de Dirigentes Deportivos. Están subidos a la plataforma dos breves videos que completan el Módulo 1: Historia del Club y sus principales deportes. Sus títulos son: “Breve relato de la máxima goleadora de Las Gladiadoras” y “Breve historia de la crisis del 84’. Hay un claro énfasis puesto en la crisis del 84, el famoso “fibronazo” y los escudos históricos. Es el video más largo y el que más información contiene.
Además, agregaron una clase optativa con el capitán de fútsal másculino. Busqué en el mail de Boca el link de YouTube. Cuando entré éramos 311 futuros Dirigentes Deportivos en espera. ¿Habrán visto los demás el mail con esta clase? ¿Estarán estudiando? ¿Abandonaron muchos? En la última entrevista con Battaglia hubo 500 conectados.
La clase se estaba retrasando un poco y sentía que estábamos todos mirando el chat inhabilitado y preguntándonos por qué fuimos tan tontos el otro día. Miré de nuevo a los conectados y eran 324. El silencio de la pantalla parecía una penitencia. Un poco drástica la decisión de cerrar el chat. Nos tendrían que haber dado otra oportunidad para conocernos. Pero así es el fútbol. Esconde algunos valores oscuros, ligados al castigo, los premios, la tradición, el respeto, que solo ciertas configuraciones psíquicas pueden soportar. Nos habían sacado la tarjeta roja sin ningún derecho a réplica. Miré otra vez y eran 328. La clase ya llevaba once minutos de retraso.
De repente, la pantalla se puso de otro color y una conversación que por lo menos llevaba diez minutos interrumpió la calma reflexiva. La entrevistadora ya estaba charlando con el jugador de fútsal. Ella volvía a tener el plano cerrado de escenografía guerrillera con bandera de Boca atrás y del otro lado un hombre en un departamento blanco tomando mate.
Al igual que en la clase obligatoria con la jugadora de vóley, sus preocupaciones giraban en torno a la cuestión del amateurismo y las problemáticas que eso acarrea.. Su sueño era tener un micro estadio propio que lleve su nombre. ¿Me estaba hablando a mí? No tendría ningún problema en gestionarlo cuando sea dirigente.
Luego de la clase, no me levanté y miré los dos breves relatos que completaban el material de estudio. El primer video que vi fue el de la máxima goleadora de “Las Gladiadoras”. Así es como se llama el equipo de fútbol femenino de Boca. Ahora es muy común ponerle nombres así a los equipos: “Las guerreras” “Los vikingos” “Los cieguitos” “Los osos” “Los tigres” “Los pumas” “Las leonas” “Los culones”. Eso que parecía un juego de niños, ahora nos define.
El último video, el más largo y con más información, fue sobre la crisis del año 1984. Sin dudas va a ser un tema importante y determinante para la nota del parcial de pasado mañana. Tuve que hacerme un café y caminar un rato por la casa antes de verlo. Quería despejar la cabeza porque sabía que en este video iban a estar las preguntas más complicadas.
Puse el botón de reproducir y presentando una atención desmedida que a veces puede resultar contraproducente, comencé a ver el último video. Era una charla a cargo de otro historiador especializado en Boca diferente a los otros cuatro que ya había escuchado o leído. Miembro de la Subcomisión de Historia que depende de la Comisión de Cultura del club. Sentado en una silla desde el museo de Boca comenzó: “Me piden que hable de la crisis del 84, y si bien es una situación para nada grata, está bueno que se recuerde. Que lo tengamos presente para nunca más volver a una situación como esa”. Su cara expresaba una preocupación genuina digna de los historiadores apasionados.
“Debemos asociar la crisis del 84 con un hito. Hay hechos simbólicos que reflejan lo que era Boca ese año”. El historiador estaba hablando de lo que para mí era algo desconocido hasta ese momento, aunque muy famoso entre las generaciones anteriores a la mía. Se refería al “fibronazo».
En ese momento el plantel profesional hacía una huelga por el incumplimiento en el pago de los salarios. Boca jugaba de local por el campeonato metropolitano frente al equipo Atlanta de Villa Crespo. Al no contar con el plantel profesional porque estaban haciendo una huelga,, Boca sale al campo de juego con la cuarta división. Cuando se ponen sus camisetas titulares azules y amarillas, uno de los árbitros les indica que tienen que jugar con la camiseta suplente porque el otro equipo trajo solo sus camisetas azules. Boca solo tenía unas camisetas blancas que usaban en los entrenamientos para dividir a los equipos y los utileros pintaron con un fibrón negro los números para que puedan salir a jugar. A los pocos minutos de que el partido hubiese comenzado, la transpiración comenzó a borrar los rudimentarios números. En el segundo tiempo, el árbitro dejó a Boca jugar con su camiseta titular y el partido finalizó 2 a 1 a favor de Atlanta. “Esta es la prueba empírica más contundente de la crisis del 84”.
Al finalizar, nos recomendó un libro que hace un paso por todas las presidencias que hubo en Boca y nos dijo que igual no nos preocupemos porque a pesar de todo hubiésemos encontrado otras formas de salir de esa crisis. “Boca no hubiese desaparecido. Por ahí una división más abajo y sin un estadio propio. Buen domingo y arriba Boca”. No era domingo.
2.7 PARCIAL DEL MÓDULO 1
El momento más esperado llegó. El parcial. El proceso fue lento pero continuado y las enseñanzas van a durar por siempre. Detalles para comprendernos, para seguir construyendo juntos sin descuidar la historia. Un camino que acaba de comenzar, un recorrido de esperanza azul y oro. Un túnel hasta vos, Riquelme, que tanto te amo y tanto te extraño. Un vacío que solo la política deportiva puede llenar, el único medio para llegar a vos, hasta tus brazos Riquelme, tus brazos paraguayos sin pelos. Para sacarte una sonrisa genuina, una mirada cómplice. Sentarnos en silencio, vos y yo a tomar mate en el medio de la cancha. Que me enseñes a patear como un padre le enseña a un hijo. Ir a almorzar juntos y que termines lo que me sobró de la milanesa. “¿Dónde estás?” Acá estoy, Riquelme. Esperandote, mirando fotos tuyas y digiriendo esta pena tan grande que es la distancia que nos separa. Espero todo de vos, Riquelme. Te espero. Te admiro.
Esa mañana del parcial el despertador sonó a las 7:00 am. Como somos tres personas en la casa donde estoy pasando la cuarentena, preferí levantarme antes que todos. No quería problemas con la conectividad ni charlas forzosas de convivencia matutina. Mi gata se levantó conmigo y me acompañó a la cocina, mi lugar de estudio. Estaba un poco confundida por el madrugón, así que después de comer su alimento balanceado, regresó a la cama. Yo en cambio, me preparé un café y en silencio repasé algunas fechas importantes en mi cabeza. Prendí la compu.
Los exámenes siempre me pusieron un poco nervioso. Aunque este curso es algo que yo elegí a una edad madura, donde tengo consolidados ciertos gustos. O por lo menos es lo que siento. Eso me deja un poco más tranquilo. No es como esas cosas que uno se encariña a la fuerza. Si estoy descuidando mi carrera de Musicología en la UBA es por este maravilloso curso. No es que ahora no me interese la facultad o los cantigas de Santa María. Pero el único canto llano que puedo escuchar es el de la gente subiendo por las escaleras de la cancha cantando algún tema.
Me serví otro café y con las manos transpiradas entré al Campus educativo de Boca Juniors. El parcial estaba habilitado. Una ventana advertía que sólo teníamos una oportunidad para responder las 20 preguntas en un tiempo de 12 minutos. “¿Está seguro que desea intentarlo?” Clickeé “comenzar”. La pantalla se puso en blanco y una ventana emergió con las 20 preguntas y sobre el lateral izquierdo, un cronómetro comenzó la cuenta regresiva. 11:59.
Había estudiado mucho y las preguntas no me descolocaron. Efectivamente, muchas hablaban sobre las “Crisis del 84”. Había otras más fáciles como por ej: ¿Cómo se llama la máxima goleadora de “Las Gladiadoras?” Otras preguntas eran un poco más específicas: “¿Quién fue la primera vocal en la historia del club?”. Por suerte recordaba la mayoría fácilmente. Algunas hacían referencia a la letra del himno de Boca Juniors y el de la Ciudad Deportiva. Cuando respondí las 20 preguntas todavía me quedaba un poco de tiempo para repasar. Cuando el contador llegó a 0, la pantalla cambió de color y se redirigió a otro link donde figuraba la nota con los aciertos y los desaciertos.
Cerré los ojos y cuando los abrí, la página ya se había cargado. “¡Muy bien!” decía. Calificación: 90/100. Mi primera reacción, por desgracia fue: “¿En qué me confundí?”. Entré a los puntajes y vi que me había confundido en dos cosas. Una que preguntaba: “¿Cuál fue el tercer título internacional de Boca?” y la otra que me dolió en el corazón y que me dejó un sabor amargo fue: “¿Qué frase no es del himno de Boca Juniors?”. Pensé que decía que frase sí es del himno. Me dejó un poco mal porque yo lo sabía de memoria al himno y lo canté reiteradas veces mientras cocinaba. Así y todo, me puse muy contento con la nota y vi que ya figuraba un acta con mi promedio. Con esta nota, entro en el cuadro de honor.
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