Dirigencia Profana II

Por Cristobal Zanelli

Dibujo por Lola Gonzalez

2.3 DOCUMENTAL DE LA CIUDAD DEPORTIVA

Está cargado en el  campus educativo de Boca un documental inédito sobre la Ciudad Deportiva y me arriesgaría a decir que se puede considerar de culto. Una rareza que solo algunos privilegiados pudimos apreciar. Brinda información contundente y precisa acerca del megalómano proyecto que impulsó Alberto J. Armando en la Costanera Sur en los años sesentas. Además, estoy seguro que es una pregunta de parcial. 

Según un historiador especializado en Boca de la Universidad de Michigan (lo juro) que dejó su testimonio, Alberto fue el presidente más hincha de Boca que tuvo Boca. Él inventó la frase “la mitad más uno”. Era como Perón para los peronistas. Cuenta, que Armando en sus años de presidencia no se llevaba muy bien con Perón. Declaró: “Soy peronista pero no de Perón”,  a lo que el general le respondió:  “Soy de Boca, pero no de Armando”. 

Cuando murió, en el 88, el coche fúnebre terminó su recorrido en la Bombonera, pero antes hizo un paso obligado por el que fue el sueño de Armando. Un ambicioso proyecto que comenzó en 1964 mediante un decreto, en el que el Gobierno Nacional le otorgó a Boca Juniors un terreno de 40 hectáreas junto al Río de la Plata, que debía rellenar con escombros y pilotes para ganarle espacio al río. La única condición, era que en el transcurso de 10 años, Boca debía construir la Ciudad Deportiva. De lo contrario, las tierras, se rematarían al mejor postor.

Cuando mostraron una maqueta de la Ciudad Deportiva, estuve a punto de soltar una lágrima. Era como estar sentado en el living de mi casa a los 6 años mirando los Supersónicos por algún canal de dibujos retro. Anfiteatro, canchas de fútbol, piscinas cubiertas y descubiertas, canchas de tenis, autocine, confitería, restaurante y qué sé yo cuántas cosas más. Todo con un diseño que parecía muy moderno para la época. 

Un grupo de niños y niñas , cientos de niños y niñas se amontonaban en el anfiteatro de la Ciudad Deportiva mientras cantaban felices el estribillo del himno:

Salve Ciudad Deportiva

Cantan los hombres de paz

Eres en nuestra Argentina

Luminosa verdad nacional

Estábamos a muy poco de convertirnos en algo mucho más importante. En los posibles dueños del mundo. En un régimen totalitario. En una fuerza política mundial. El plano se abría más e iban apareciendo banderas, deportistas, alumnos. Aparecía el futuro, la unión y la juventud. Cuando muchas personas juntas sonríen y miran con alegría a una cámara que se aleja puede asustar mucho. 

Armando hizo todo lo posible por concretar el proyecto. Estuvo algunos años en funcionamiento pero fue imposible sostenerlo. El terreno era muy inestable y ya no sabían de donde sacar la plata para seguir construyendo. El propio Armando recorría las tribunas de la cancha buscando donaciones, incluso intentó que Lanusse financiara lo que faltaba. Todo estaba perdido. La historia es más larga e incluso hay algunos testimonios que hablan de disparos dentro de las asambleas de representantes donde al parecer se tomaba bastante cocaína.   Al final, pasados los 10 años, las tierras se remataron y una empresa rusa las compró por 12 millones de dólares.  

Todavía se pueden ver sus restos en la Costanera Sur. Una especie de sombrero rojo de cemento que sobresale entre la invasión vegetativa que crece entre los escombros apilados. Junto a la villa Rodrigo Bueno. 

   2.4 CHARLA CON JUGADORA DE VOLEY

Nuestra segunda clase obligatoria del curso de dirigente deportivo fue con la deportista que tiene más títulos en la historia de Boca: una jugadora profesional de vóley. Mientras esperaba en el enlace de YouTube, veía cómo se iban sumando conectados al vivo. 447 cuando entré. El chat estaba otra vez inhabilitado. Me puso un poco triste eso. En ese sentido, tal vez la UBA sea mejor. Éramos 507 conectados hasta ese momento y pensaba que seguro teníamos muchas cosas de las que hablar. Quería meterme en la pantalla y empezar a gritar: “¿¡Qué les pareció el documental de la Ciudad Deportiva!?” Quería saber cómo iban llevando el material porque la verdad que yo estaba muy entusiasmado. Pensé que por ahí, entre esos 532 conectados que esperaban las palabras de nuestra máxima ganadora del club estaba mi futuro compañero o compañera de fórmula.. Una mano derecha. Un abogado para los asuntos legales. Un futuro historiador especializado en Boca. Un artista que pueda pintar murales en las paredes del estadio. En fín, había colegas del otro lado. 

En un momento, una animación con el escudo 3D de Boca recorrió la pantalla y me di cuenta que del otro lado había gente trabajando para mejorar la comunicación. El escudo se movía alrededor de un estadio mientras la pantalla se dividía en dos y por primera vez podíamos ver a nuestra entrevistadora oficial, nuestra moderadora del curso. “Buenas tardes a todos y todas” dijo mirando a la cámara. “Buenas tardes” respondí desde la cocina. Era una chica rubia de unos 24 años. Solo se veía en el fondo una bandera grande de Boca que ocupaba todo el cuadro. Parecía una escenografía terrorista. Plano de frente, la bandera que te representa atrás.  

La entrevistadora la miraba como enamorada a la jugadora cada vez que ella decía: “soy enferma de Boca” o “ponerse la camiseta de Boca es lo más lindo que hay”. En un momento le preguntó: “¿Qué sentirías si algún rincón del club lleva tu nombre en un futuro?” La jugadora la miró y se sonrojó: “Sería lindo” y concluyó: “Mi mayor motivación es la camiseta de Boca”. Hablaron un rato del amateurismo y sus dificultades. Nos pidió a nosotros, los futuros dirigentes que no descuidemos los otros deportes, que había más cosas además de fútbol. Cuando cree  mi agrupación boquense, va a llevar el nombre de esta jugadora.

Durante los últimos diez minutos de la clase me quedé mirando su camiseta. Era una que solo tienen los que practican algún deporte en el club. No tienen sponsor. Son mis preferidas. 

2.5 CHARLA CON JUGADOR DE FÚTBOL

La tercera clase del módulo 1 de Dirigentes Deportivos fue con Sebastián Battaglia, el jugador de fútbol que más títulos tiene en esa disciplina. Seba, como le decían, jugaba cuando yo era chico en el equipo de Carlos Bianchi, un técnico que ganó muchos títulos a  finales de los 90 ‘s y principios del 2000. 

Cuando entré al link de YouTube todavía faltaban quince minutos para que comience la charla. Además de unas leves mejoras en la animación de la pantalla, había algo más. Algo que iba a cambiar la cursada para siempre. El chat estaba abierto. Fue como si el mundo se nos abriera de repente. Como si un dios nos hubiese tirado en una isla desnudos para que empecemos de cero. La gente celebraba la apertura del chat. “Por fin” dijo uno. “Cómo andan compañeros, me presento soy Daniel” decía otro y así se iban sumando al saludo. “Josefina, de Mar del Plata” . “Hola, soy Cristóbal de Constitución, mucho gusto” dije yo desde la cocina. Todo el mundo se presentaba. Éramos 442 conectados en espera. No tantos como la otra vez. Supongo que solo vamos a quedar los más entusiasmados, los que realmente queremos ser Dirigentes Deportivos. 

Todavía faltaban algunos minutos para que comience la charla y de repente un mensaje desató el caos en el chat de YouTube:  “¿Me podrían decir como hago para unirme al grupo de WhatsApp?” Un escudo de Boca animado recorría la pantalla mientras con letras azules y amarillas se escribía lentamente: “Ya llega”. Hubo una especie de silencio virtual y  todo el mundo empezó a mandar sus números de teléfono. Me desesperé como los demás. ¿Había un grupo y no sabía? Con la cantidad de cosas que me gustaría compartirles a mis compañeros. No lo podía creer. El chat colapsó. “114242114, Daniela. Gracias.” “124512312 Jorge, de Sarandí, gracias.” “¿Me agregan? 151242311, Lucía”. Entre los cientos de números que se iban agregando a la lista, ahí estaba el mío. Lo mandé cuatro veces, pero se perdía muy rápido. 

En un momento, alguien desató un desastre aún mayor. Con letras mayúsculas puso en un ataque de copiar pegar:  “GENTE NO PONGAN SUS NÚMEROS EN EL CHAT PORQUE LES ROBAN LA INFORMACIÓN”. “Era más fácil crear un grupo y mandar el link”se leía entre la advertencia. “NO PASEN SUS NÚMEROS”. “MOVISTAR NOS VA A ROBAR LA INFORMACIÓN” “ES UNA TRAMPA”. Había gente que quería dañar la convivencia. Que no estaba interesada en conocer otros aspirantes a Dirigentes Deportivos. Yo de vez en cuando preguntaba lo del grupo, pero todo se volvió tan anónimo que ya no importaba.

Cinco minutos después de la hora pautada, el plano se abrió y a la izquierda vi, como todos los miércoles, a nuestra entrevistadora oficial. “Bienvenidas y bienvenidos a la última clase obligatoria antes del primer parcial” Esta vez el plano estaba más abierto y pudimos ver que estaba en su habitación y que la bandera era una pequeña parte en ese mundo de merchandising de Boca que era su cuarto. Absolutamente todo era de Boca. El mate, el termo, la frazada, las paredes, las lapiceras, el mousepad, posters por todos lados. Todo, absolutamente todo, era de Boca. 

A la derecha estaba Sebastián Battaglia en el living de su casa. Un living genérico pintado de blanco que podría ser tranquilamente un lujoso departamento de la avenida Montes de Oca. No sé, siento que vive cerca del club. Estaba tomando mate como todos los entrevistados hasta ahora. Su mate era como el de un estanciero. Esos que te regala alguien. Capaz uno de esos artesanos prestigiosos de mates, quién sabe. Uno no dimensiona la magnitud que tienen estos chicos que fueron súper estrellas.  

La primera pregunta que seleccionó la entrevistadora me pareció un poco fuerte: ¿Qué sentiste cuando te lesionaste y supiste que no ibas a jugar más al fútbol? Sebastián la miró como pidiendo clemencia y respondió que fue un momento muy duro. Yo estaba sorprendido por cómo mutó la escenografía del canal. Desde un celular en alta voz con la conexión trabada, hasta esto. Que orgullo mi equipo.

El grupo de chat era un desastre, me desconcentraba mucho. La gente estaba saludando sin parar a Battaglia. Otros dejaban sus preguntas: “Sebas, ídolo ¿qué se sintió compartir el vestuario con Román?” Otros en mayúscula agregaban: “LAS PREGUNTAS SE PODÍAN MANDAR HASTA HOY LAS 15 AL MAIL” “DEJEN DE HACER PREGUNTAS PORQUE NADIE LAS ESTÁ LEYENDO” a lo que otro respondía:  “Seba, titán, soy Pablo de León Suarez quería saber qué plan están aplicando en las inferiores ya que una de las promesas de campaña fue encontrar un juego que unifique desde la 9na división hasta la primera”.  Uno preguntó cuándo era el examen del primer módulo y otro haciéndose el gracioso le respondió: “Hoy”. “No, no es hoy” aclaraban. “Che, que la chica deje un poco de espacio en el cuarto, ya no entra más nada”.

La entrevistadora interrumpió la charla para comentarnos que éramos más de 500 los conectados y que iban a seguir subiendo. Yo seguía distraído con el chat. Uno que se ve que no le importaba lo que los otros compañeros escribían, preguntó: “Con sinceridad, pregunta contrafáctica, ¿sentís que si Boca hubiera perdido la final contra el Milán por el penal que erraste no te hubieran ido a buscar después?”. “CAPO NO TE ESTÁN LEYENDO”. Un tal Marcelo dice que la plataforma no es clara. “Concéntrense 5 minutos en lo que está diciendo, por favor”. Nuestra moderadora sacó su termo de Boca y se cebó un mate. 

“Casi 900 conectados, muchas gracias a todas y todos por participar”. Un tal Marcos pregunta si hay apuntes o resúmenes para el parcial. Otro le dice que esto no es la UBA, que se relaje un poco. “¿Hay resúmenes?”. “Diez páginas tienen los textos, vago”. La gente se estaba empezando a tratar un poco mal y nunca falta un desubicado que haga un comentario sobre la apariencia de la entrevistadora. 

En un momento todo se volvió una especie de espiral donde la gente seguía pasando sus números de teléfonos o advirtiendo que nos los pasemos. Nadie me agregó a ningún grupo. Me hubiera encantado. La pantalla se congeló mientras Seba se tomaba un mate en esos porongos que entra medio kilo de yerba. 

La entrevistadora nos despidió y terminó diciendo que nos va a llegar un mail con los temas que entran en la evaluación. Y agregó: “Aguante Boca, obvio”. Otra nueva catarata de mensajes inundó el chat. “¡Gracias, Seba!” “Te quiero ver en la cancha” “Ponete los cortos y entrá a jugar de nuevo, por favor”. “Lo amo, es tan buenito”. “Sos mi ídolo Seba” “Sos divino” “Te quiero Seba, gracias por todos los títulos”. Yo me despedí con un “Muchas gracias Seba, aguante Boca”. Después de ponerlo me reí porque sabía que nadie lo estaba leyendo. “Suerte a todos en el parcial” “Dale que a fin de año hacemos una juntada” “¿Hay grupo al final?”

Continuará…

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Primera parte de Dirigencia Profana

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