Mi novix es la revolución

Dibujo de Leopoldo Estol

Firmó culos, presentó su última película, dio una conferencia para un auditorio lleno y salió, salió, salió. La redes se vieron inundadas de postales de Labruce hablando a la salida del Gaumont, visitando a Dyhzy tras bambalinas en el Club69 o yendo al Puticlub para ver qué onda. En el medio de este vertiginoso raid, lo encontramos en la fiesta FUN FUN junto a su productor Joe Balass, quien confesó estar sorprendido por el profuso recibimiento que les brindaba la escena porteña: se nota que la gente está muy formada. Bruce nos contó que en Buenos Aires recibió mucho más amor de los fans de lo que esperaba y que ya habló con Joe sobre filmar algo acá.

Flasherito: ¡cuánta devoción hacia tu persona Bruce!

BLB: Mucha gente se acercó en estos días para decirme que vieron mis películas y que éstas tuvieron una gran influencia en ellxs, que les dieron permiso para ser queer y para ser más abiertos sobre su sexualidad o para ser queer de una manera alternativa: más freaks, explorar su ser no binario.

Flasherito: Qué zarpado, ¿querés contar cómo empezó tu camino?

BLB: Crecí en una granja donde estaba bastante reprimido, no pude expresar mi sexualidad hasta que fui a la universidad, por lo que perdí la virginidad recién a los 22. Empecé a ir a saunas y a coger un montón. Pero la escena gay mainstream me resultó muy conservadora: hombres blancos de clase media muchas veces misóginos y hasta racistas. Me volví hardcore punk como alternativa política porque pensé que iba a ser más radical pero me encontré con los mismos problemas: sexismo, misoginia y homofobia. Empecé a hacer fanzines para demostrarle a los punks radicales que si no aceptaban a los punks queer entonces no eran tan radicales como pensaban. Distribuíamos los fanzines cuando tocaban bandas, también proyectábamos películas en festivales. A veces me golpeaban por mostrar las películas.

Nuestro fanzine se llamó JD´s que eran dos siglas que podían adaptarse a Delincuentes juveniles, James Dean, J.D. Salinger o Jack Daniels; lo hicimos con GBJones, una lesbiana super comprometida, militante y feminista. Mi novio en esa época para seguirme la pista se tuvo que rapar la cabeza y actuar de skinhead, está en mis primeras películas.

Flasherito: contanos algunos líos en los que te hayas metido en aquél entonces

BLB: JD´s fue un fanzine queer pero era pornográfico también, de vez en cuando nuestros fanzines o películas eran retenidos en la aduana. Eramos forzados a destruir los fanzines porque en ese tiempo eran muy estrictos con llevar pornografía del otro lado de la frontera. Una vez íbamos a Buffalo a mostrar una película en una institución artística, nos pararon y nos sacaron los rollos de nuestra película en super 8. Tenían un proyector en una de las oficinas y la vieron. No la confiscaron pero estuvimos en la frontera como 8 horas. Y con mis fotos o películas en Toronto también tenía problemas: los del laboratorio de revelado llamaban a la policía cuando veían algo porno. Me las arreglé para que no me hicieran cargos pero después los tenía que convencer que me las devolvieran.

Flasherito: ¿Qué aprendiste de la naturaleza del deseo y el sexo haciendo tu obra?

BLB: Considero que lo que hago es una intervención política, intento hacerla sobre distintos tópicos que desafían las convenciones de la sexualidad, inclusive intento hacerlo para pensar más allá de la identidad homosexual, para explorar la libertad sexual. Últimamente para Erika Lust [su productora europea es pionera del cine porno feminista] estuve haciendo porno bisexual. De hecho con mis películas nunca tuve una forma de ser etiquetado, muchos de mis personajes tienen sexo homosexual pero no se identifican necesariamente así. Tienen una sexualidad más fluida. O son skinheads y niegan su propia sexualidad pero aún así cogen entre ellos. Es más complicado que una simple identificación de lo que se supone es lo “gay” porque eso es muy limitante. Si fijás tu sexualidad en un cierto punto también estás cerrándote a muchas posibilidades, ese es uno de los mensajes de mis películas.

Ultimamente hice castings de estrellas gays que tengan sexo con mujeres, tal vez sea una proposición radical para un cineasta gay pero lo veo como un experimento para ver si la gente puede explorar su potencial bisexual porque Freud creía que todos nacemos con una esencia bisexual, luego te ves impelido a ser una cosa u otra. Eso es importante para mí porque estudié teoría psicoanalítica en York University [en Toronto, hizo el Master en Film on social and political thought]. Esto que argumento está en toda la obra de Freud, sobre todo en 3 essays on the theory of sexuality. De hecho según Kinsey mucha gente ha experimentado con sexo bisexual. Estoy en contra de una identidad fija.

Flasherito: Como no tenemos muchos amigos en la industria nos da curiosidad saber ¿qué tipo de cuidados existen al hacer pornografía?

BLB: La industria del porno mainstream está muy regulada, hay que ser muy cuidadosos haciendo controles de ETS previos a las filmaciones, atentos a que todxs se hicieron los tests y la cosa nueva es que tenés que tener un coordinadorx de intimidad [intimacy coordinator] alguien que se cerciora que todxs saben lo que tienen que hacer antes de ir a escena, que hay química entre las parejas y que no son bienvenidas cosas que puedan resultar incómodas a sus partenaires.

Flasherito: Una de las cuestiones atractivas de tu obra es cierta obsesión con los extremismos de izquierda, recuerdo la escena donde un chico lame un arma de forma sexy bajo la mirada/poster del Che Guevara. ¿siempre te interesó este tema?

BLB: con GBJones, mi socia en el fanzine, investigamos los extremismos de izquierda: los Weathermen, el ejército de liberación simbionés (que secuentró a Patty Hearst) o la banda Baader Meinhof. Mi principal profesor en la universidad fue Robin Wood. Era marxista, feminista y estaba a favor de la liberación gay. Escribió teoría política sobre el cine, fui muy influenciado por él. Leí la autobiografía de Malcolm X, a Doris Lessing, Franz Fanon, la autobiografía de Angela Davis. York es una universidad con mucha vida de izquierda e ideas radicales. Yo siempre estuve interesado en el cine político como el de Costa Gavras o el de Dusan Makavejev con su mítica WR: los misterios del organismo [donde se mezclan las teorías de Wilheim Reich con la historia del affaire entre una política yugoslava y un deportista soviético] Ésa la tenés que ver.

Mis películas muy seguido son críticas a la extrema izquierda porque ellxs usan significantes de radicalismo como la foto del Che Guevara pero no saben nada de su vida ni el hecho de que era homofóbico.

También estudié en detalle a la Fracción del Ejército Rojo [o banda Baader Meinhof, grupo que operó en Alemania entre 1970 y finales de los 90] en Raspberry Reich y en Ulrike’s Brain que es un film sobre las similitudes entre los extremistas, sin distinguir si son de izquierda o derecha porque finalmente los extremismos se encuentran en cierto punto.

En los 80 había un solo libro sobre la banda Baader Meinhof que era Hitler’s Children por Jillian Becker y todos nos lo prestamos y leímos. Ellos eran muy conscientes de su imagen, la forma en la que se visten y su estilo era parte de lo “revolucionario” y los Black Panters también. Siempre digo que el estilo es importante en la revolución

Flasherito: si tuvieses que resumir tu cine en pocas palabras

BLB: mirá, no son reglas son una guía

1) Cuestioná la autoridad

2) Apoyá a tu pornógrafo local; todo el porno es arte

3) No te avergüences de utilizar el escándalo y la pura provocación como fines en sí mismos

4) Desafía las convenciones, tanto las formales y cinematográficas como las culturales y heteronormativas

5) Apoya a tu prostitutx local, porque (probablemente) vos también lo seas

6) Mata a tus ídolos cinematográficos

7) Haz porno, no guerra

8) Desafía la ortodoxia gay

9) Escandalizate a vos mismx. Si creés que fuiste demasiado lejos, probablemente sea una buena señal artísticamente hablando

10) Nunca sucumbas a lo políticamente correcto o a la sabiduría convencional

Flasherito: Gracias Bruce!