El veneno está en la dosis

Por Daniel Leber

Dibujo por Florencia Bruno

Yo veo la muestra de Belén Boeris y ustedes leen mi texto sobre la muestra de Belén Boeris. Tal vez fueron a la muestra y mis palabras se entremezclen con las imágenes aún frescas en sus mentes, tal vez no. La intención que mueve a una persona a hacer algo parece importarle poco o nada al mundo a diferencia de dicha acción y sus efectos. Goles son amores y el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Cómo si a nadie le preocupara de qué está hecho el combustible siempre y cuando empuje a la nave hacia su destino. Pero creo que podemos ubicarnos en otro punto de vista usando la muestra de Belén para hacer un viajecito mental. Acompañenme:

  1. El nombre cuasicapicúa de la expo, Ajenjo, es un reflejo de las falsas simetrías que presentan los pintudibujos. La naturaleza procede por aproximación en la construcción de sus seres. Tiene por guía una norma secreta de la cual parte y a la vez intenta acercarse. Se toma licencias y da lugar a ejemplares hermosamente únicos e irrepetibles. La falsa simetría de nuestros cuerpos es tal vez el ejemplo más a mano de todo esto. En las obras expuestas, Belén sostiene y rompe la simetría, pone de un lado una llave y del otro un candado: misterioso mensaje por descifrar. 

  2. Cuando se habla de las puertas de la percepción me gusta pensar que por una puerta se puede entrar pero también salir. En principio el adentro sería nuestra mente o conciencia y el afuera el mundo o incluso nuestro cuerpo. Pero de repente la percepción se da vuelta y en vez de recibir información, la emite. La moda de los memes fúngicos y el simbioposting nos reacerca la posibilidad de entendernos como organismos que se funden con su entorno. El mundo nos contiene y nosotros contenemos al mundo. Sujeto y objeto, un solo corazón. ¿Cómo saber dónde terminan mis fantasmas y empiezan las visiones que componen Ajenjo?

  3. El absentismo es definido como la intoxicación producida por el consumo abusivo del licor de ajenjo. Se caracteriza por la debilidad muscular, trastornos mentales y convulsiones, pesadillas y, a veces, manía aguda y parálisis. No es algo que haya experimentado personalmente. Pero una conciencia culturalmente intoxicada por la industrialización de todos los planos de la vida proyecta al mundo sus principios y nociones valiéndose siempre de formas propias. Las alucinaciones que se erigen en Ajento susurran una posible cosmovisión industrial y chamánica a la vez. A veces encuentro el emoji perfecto para expresar mi estado de ánimo. Los monstruitos de Belén me recuerdan a Midnight Gospel, serie que vi hace poco en Netflix. Tuve un flash en torno al reloj del Capitan Garfio la primera vez que consumí salvia divinorum. Asocio la composición y colores de la sala de Casa Proyecto usada para esta muestra con la portada de Motomami. 

  4. Por otro lado, el ajenjo (Artemisia absinthium) puede ser consumido como tónico estomacal y posee además propiedades diaforéticas y antihelmínticas. Las obras de esta muestra gozan de estos mismos efectos. Los seres que pueblan estos planos y dimensiones, incluso cuando intentan tirarsenos encima y asustarnos al mirarnos a los ojos y mostrarnos los dientes como si quisieran atacarnos, resultan inofensivos y hasta amigables. Otros directamente nos tiran buena onda o están en la suya. Tal vez el desembuche de los propios fantasmas después de la intoxicación y la visualización de su talante quimérico e inocuo es lo que veo en estas dibupinturas. Nuestra cabeza se pone a tiro cuando nos desparasitamos y logramos sudar y expulsar los fantasmas de la panza. Creo que el estómago no es el segundo cerebro sino que el cerebro es el segundo estómago.

  5. Detrás de los simétricos estandartes dibupintados que incluye Ajenjo se esconden dos pequeños seres que para mi son microorganismos que animan la fauna y flora frontal. Uno de mis piensos cortos favoritos de Christian Morgenstern traducidos por Xul Solar en 1927 reza: “Lo chico en la Natura es más grandioso que lo “grande”. Pues lo chico es las más veces sólo trabajo de Dios; lo grande obra de Dioses.” Verlos ahí chiquititos es como encontrar polillas en el reverso de un retablo en una capilla impensada. Probablemente se alimentan de las proyecciones de quienes visitamos la muestra, estableciendo así una circulación de carácter ecológico. Una muestra que es una planta recicladora de desechos fantasmales. ¡Qué bien!

Conclusión y tarea para el hogar: ¿Qué intenciones tiene cada uno de los sicobiontes que se manifiestan en nuestras visiones? Medite, desarrolle y justifique.

*AJENJO, de Belén Boeris, inauguró el 13 de mayo en Casa Proyecto (San Telmo) y puede visitarse los días Viernes, Sábados y Domingos de 17 a 20hs, hasta el 3 de Julio, coordinando cita previa.