El color está primero
Por Cristhian Monti
Dibujo por Leopoldo Estol
Jimena Losada, recién llegada a Rosario, vivió en Jamaica, la galería que actualmente cobija su muestra Rincón vago y que es escenario de algunas de las obras colgadas en sus paredes. En una de ellas se puede ver un ejemplar del libro La pintura ingenua, de Mujica Láinez (Ivan Rosado) bajo una escultura de madera que pertenece a la colección de la galería; en el rincón de otra escena, hay dispersas latas que formaron parte de la obra de Gaspar Núñez, ganadora del “Primer Salón nacional Jamaica posible”; aparecen también sus pisos de cerámicos y de parquet.
Ahora renovada, la galería también se luce en esta muestra con las paredes pintadas con tonos elegidos para la ocasión, una iluminación acorde a las necesidades de las obras y un telón que acompaña a un enorme óleo en el que la artista reemplaza al Caronte de Gustave Doré con un autorretrato impactante. La vida anímica y onírica se mezclan con armonía en las pinturas, hay una tensión entre la imagen y la paleta que se hace sentir y, a la vez, la oscuridad que nos genera interiormente es atenuada por la selección de colores.
Jimena dice que esas atmósferas aparecen primero con los colores y que posteriormente va buscando elementos que le permitan desarrollar las preguntas que nacen de la paleta. No existe la imagen antes de los colores: “Todas parten de la penumbra, con valores muy cercanos. Intento generar diferentes materiales a partir de la incidencia de la luz. Esa paleta necesita de una iluminación particular. Y un poco de eso sucede con la luz adentro de las pinturas, lo traslado al espacio donde éstas se terminan mostrando, una construcción del espacio por la luz.”
La imagen de Doré venía cautivando a la artista desde hacía tiempo, en un grabado que estaba en la casa de su abuela y que ahora ella conserva, se conectó con sueños recurrentes y fue imaginada, ya como obra, desde lo espacial: “Por eso la última sala genera otro momento, porque en esa pintura para mí, en la forma en que la pensé y fui pintando, era necesaria luz baja y que el ojo pueda tomarse su tiempo en regular la entrada de luz para poder percibir otros valores. La fui pintando casi en la oscuridad y descubriendo desde los bordes, las formas entendidas desde una luz que podría ser la de una luna tamizada por nubes. Quería que fuera apareciendo así mismo en la sala.”
El autorretrato es explorado en otras pinturas con diferentes estilos. Roza el cómic y la ciencia ficción cuando una hormiga le roba el pelo mientras duerme con el traje de heroína puesto y su tiara está en el piso junto a las pantuflas; con una expresión de incredulidad sofocante, suelta unas lágrimas en un óleo de tonalidades verdes azulinas que dan un efecto perturbador. Si bien no hay grandes contrastes, aparecen olas, una mariposa, el reflejo del parquet, una tela azul, como focos vibrantes. El sábado 4 de septiembre hubo un “falso cierre”, que consistió en una ceremonia poética en la que las poetas Julia Enriquez y Lila Siegrist, de Rosario, Daiana Henderson y Virginia Negri, de Entre Ríos, y Florencia Breccia y Victoria Díaz, de Mendoza, luego de servirse vino de una fuente de cerámica –obra de Victoria Díaz– en unas copas blancas del mismo material, leyeron poemas y cogollitos. Estos últimos son una tradición cuyana que consiste en una especie de ofrenda rimada a algo o alguien, en honor al vino o al dueño de casa para seguir la rancheada. Luego hubo un mini recital de Valentine y el resto de la noche fue musicalizada por djs anónimos. La muestra se podrá ver hasta el sábado 11 de septiembre inclusive, en Jamaica ATR Gallery, Rodríguez 211, Rosario.