La columna ¡¡¿¿Quééeeeee??!! ¡Residencia de arte en París!
por Andrés Aizicovich & Liv Schulman
dibujo por Ariel Cusnir
¡Bien! Te aceptaron en la residencia de arte de la Cité des arts en París ¡qué bien te va! ¡a chupar la teta del Estado Francés! Salís del metro Pont Marie justo frente al magnífico pórtico de entrada de la residencia ¡contemplad! Ingresás con tus bártulos por los pasillos y pispeás los talleres de tus futuros compañerxs cuando ¡¡¿¿Quééeeeee??!! ¡Un hombre hetero cis de barba rala proveniente de un ignoto país de la europa del este se desnuda, se embadurna con pintura azul y se estampa contra una tela de lino belga tensada contra la pared! ¡mientras tanto una joven egipcia a su lado toca la flauta dulce haciendo un llamado a la musas! ¡Inspirant et conservatéur! Huís aterrorizado solo para ingresar sin desearlo en el open studio de Abdulvahid, quien en su CV impreso en la puerta informa que proviene de Qatar, se formó como ingeniero petrolífero, pero su “verdadera pasión es el arte contemporáneo, para plasmar impresiones de su mundo interior”. Mientras mirás los relamidos óleos con vistas del río Sena te preguntás ¿acaso viajaste a la Belle époque y no te diste cuenta? ¡Eurocentrismo y gárgaras con alplax! Haciéndote el distraído pellizcás pedacitos de baguette y los embadurnás en pâté de fois y hummus, bajándolos con tragos de buen pinot noir que sirven en vasitos de plástico ¡Bien! ¡Con esto te ahorraste ir a un Kebab del quartier Latin y gastar 5 euros! ¡es fácil, es GRATIS! Con la panza llena te refugiás en tu atelier para hacer soulsearching y recuperar tu subjetividad; estás autoexplorando las concavidades y convexidades de tu ombligo cuando ¡¡¿¿Quééeeeee??!! Tocan el timbre y es Virya, el fotógrafo vietnamita que vive frente a tu departamento ¡sabe solo unas pocas palabras en inglés pero es tu mejor amigo! Te recuerda a cuando en ORT Yatay te habías hecho amigo del estudiante de intercambio coreano que no hablaba español y tenía una ligera curiosidad homoerótica. Te convence de ir a otro studio donde conocés a Krunislav, la versión croata del Manochanta de Olmedo. Te explica que se dedica al arte-terapia y que está cansado de la banalidad del mercado del arte. Se manda un mansplaining espectacular mientras toma licor de papa ¡PAPA! y pinta retratos neo-figurativos. Te convence de hacer una sesión terapéutica mientras cita fragmentos de Lacan para principiantes. Ahora se suma Al Banawi, ¡¡¿¿Quééeeeee??!! una sensuélle aristócrata de Arabia Saudita con un PHD en “Theological Studies with a focus on Women, Gender, and Islamic Studies, from Harvard University” Cuenta que su práctica combina la consultoría, el coaching, la escritura y la performance para “tender puentes” entre diversas comunidades ¡Y es actriz famosa! ¡recién volvió de Cannes donde presentó su peliculita de arte que ya está en Netflix y que fue «Universally acclaimed» en Rotten Tomatoes! Krunislav la mira absorto y dictamina con fuerte acento balcánico: “She´s young, her eyes are wide open, she´s open to life…. You, you not open” Saltás del diván y cruzás al taller de Lothär Beerstecher, un afable alemán con síndrome de Werner Herzog ¡Romanticismo y quesos gruyere! Está preparando una obra wagneriana, ambiciosa y bienalera que parece exclamar “HELLOOOO CURATOOOORS! I WANNA BE INTERNATIONAL ARTIST!» Te propone bajar al anfiteatro en el subsuelo, donde ¡¡¿¿Quééeeeee??!! ¡Oh no! hay un espectáculo “interdisciplinar”: unos tocaban una tuba, otrx bailaba como Pina Bausch, otrx jugaba a las canicas, otrx hace expresionismo abstracto como si fuera Jackson Pollock. Quien dirige toda la charada es Antonio, un español que practica algo llamado “sound painting”, un tipo de performance donde él dirige todo, como Mickey cuando se roba la varita de mago en Fantasía y hace ¡hop! ¡dictatorial y pretencioso, elitista y almidonado! Todo el asunto te parece el ibérico jamón de un patriarcal sándwich así que te arrastrás por el costado sin que nadie lo note. Mientras gateás para salir te unís a una ronda donde discuten acaloradamente. Se presentan: Youssef Socrates, de Algeria, Amro Okocha, de Nigeria y Abiq Tareq de Pakistán. Rápidamente notás ¡¡¿¿Quééeeeee??!! TODAS las conversaciones entre residentes del tercer mundo rematan en la misma conclusión “Ah, you come from Algeria… very violent situation; having a bad time there!”… “Ah, you come from Nigeria, terrible holocaust; having a bad time there!”… “Ah, you come from Argentina, economic crisis and neoliberalism… having a bad time there!” HAVING A BAD TIME THERE! Un poco abrumado subís a refugiarte en tu departamento y te acostás en tu infantilizante cama de una plaza, como cuando eras adolescente. Mientras abrazás tu osito no podés dejar de preguntarte “¿qué pito toco en París?”.
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