Los crímenes de Rapa Nui
por Adela Pantin
‘toa’ o caña de azucar
‘ana’ o cueva
‘vaka’ o bote
‘hare’ o casa
‘nao nao’ zancudos
‘pipi’ o caracoles
Hay una parte del planeta en la que solo hay agua: imagina todo lo que ocupa el continente americano cubierto por el mar. Después hay que imaginar una cordillera de miles de metros, pero debajo del mar. Bueno, en la punta de la parte más alta de la cordillera, unos volcanes hicieron erupción en tiempos prehistóricos. Todo ese magma se juntó y se hizo una sola isla.
Rapa Nui es una isla chilena, pero no por eso queda precisamente cerca de Chile. Y cuando estás en una isla, lejos de todo, la vida es tan distinta que las personas de tierra firme es como si tuviesen otra percepción del universo. En esta particularísimas condiciones de existencia, evidentemente surgió una cosmovisión que son solo propias para la cultura que habitó aquí. Esta cultura no se trata únicamente de la construcción de monolitos antropomórficos (‘Moais’); el desarrollo de arquitectura, de lenguaje y de navegación de sus ancestros también son avances cognitivos igual de monumentales. O sea, casi 1.000 años se administró una civilización en una isla en medio del Pacífico. No es poco.
Yo de verdad afirmaría que tenemos una consciencia espacial súper deforme, contando desde ya que visualizamos una tierra plana a un planeta comprobado esférico. También pienso que el contacto de algunos humanos con el espacio y el internet también condicionó nuestra noción de la dimensión del planeta que habitamos. Si pensamos en los primeros contactos con navegantes, este lugar en el Pacífico termina siendo tan remoto como la luna. El océano es un desierto y solo pocos seres naturalmente lo recorren. Entonces, es algo realmente impresionante que estas personas hayan sobrevivido y gestionándose tal civilización.
Allá no hay mucha señal y los alimentos son limitados. Todo es traído de afuera y la actividad agrícola tiene también un tope afectado por muchas variables. ¿Cómo sobrevivieron humanos en el medio del mar? Bueno, agua potable de las precipitaciones se acumula en los cráteres de estos volcanes inactivos de los que hablamos, que funcionan como cuencos gigantes. También, todo el territorio de la isla está formado por piedra volcánica, la cual es porosa y absorbe esta agua y la almacena debajo del suelo. Listo, si tienes agua potable ya es posible vivir. Ya sabemos que el agua salada no se puede beber.
Siento necesaria esta introducción para hablar de lo que significa una emergencia ambiental. Podríamos ubicar nuestro desarrollo humano totalmente condicionado a los recursos naturales que nos permiten sobrevivir. Hoy en día, estos humedales de agua dulce dentro de los volcanes inactivos se están secando, no hay suficientes precipitaciones para el cambio climático. Del año 2013 hasta ahora, al humedal que está en la cantera donde hacían los famosos ‘Moais’ se le evaporó mucha más cantidad de agua en muchísimos menos años de lo que venía sucediendo. Visualmente se pueden ver las marcas del nivel del agua en el cráter, y una persona adulta parada desde el nivel que tiene ahora podría ver que hace 5 años estaría cubierta de agua. Otros humedales ya directamente no tienen agua, solo una tierra húmeda invadida por la totora. El otro humedal más importante está presentando un color verdoso que puede indicar la posibilidad de que pronto pase a categoría de pantano, lo que implica una pérdida igual grave que secarse. Las malas practicas agrícolas y ganaderas no están ayudando en nada y Rapa Nui es un caso emblemático de esto (valdría incluir que el Estado chileno alquilo por más de 50 años la isla a una compañía ovejera europea).
El cambio climático es un tema que ha estado dando vueltas en la sociedad moderna pero no hay experiencia que se le compare o que podamos recordar históricamente. Yo, viniendo de una nación en emergencia como Venezuela, puedo proyectar el fin del mundo con facilidad.
En el continente (porque así se le refiere a las personas de ‘tierra firme’ desde la isla) hay mucho espacio. Desde las ciudades capitales y hay tubos y vías por donde se sacan los desechos y son vertidos en lugares que son muy remotos como para enterarnos, en poblaciones que resaltan pocas veces en los medios. Los centros son abastecidos por los márgenes y por recursos extraídos de otras localidades en las que se vive otra realidad. Pero en una isla esto no se puede hacer. Tampoco será un lugar de 20×20 metros, pero en aproximadamente 45 minutos sobre un auto sus dos principales vías logran cruzarla. Así que a los problemas ambientales no se les puede escapar, y ya hablamos de su remota ubicación para imaginar el costo del abastecimiento externo. Es inevitable caer en el paralelismo de la emergencia ambiental de este lugar con las ciudades donde vivimos, y su situación tiene una gran carga anticipadora que sería un crimen evadir.